Alumnos de Ibiza simularán una misión espacial para llegar a un concurso europeo

Estudiantes y profesores de los institutos Isidor Macabich y Balàfia participan en el concurso CanSat de la Agencia Espacial Europea

El objetivo es que escolares de todo el continente construyan y lancen un satélite del tamaño de una lata de refresco

Integrantes del grupo con dos profesores del instituto

Integrantes del grupo con dos profesores del instituto / Toni Escandell Tur

«Simular una misión espacial real», resume el profesor Fèlix Roig. Es el reto que tienen por delante varios grupos de estudiantes de Ibiza de cara al concurso CanSat, organizado por la delegación en España de la Oficina de Recursos Educativos de la Agencia Espacial Europea (Esero). Primero debe celebrarse en Balears una fase de ámbito autonómico para, más adelante, pasar, si cabe, a las pruebas nacional y europea, respectivamente.

«Ya nos hemos inscrito en el regional y ahora mismo estamos elaborando nuestro CanSat. El informe preliminar, la carcasa y el paracaídas ya están hechos. Ahora comenzaremos con la parte electrónica», explica Martín Longhitano, uno de los integrantes del grupo Maccan, del IES Isidor Macabich, centro que ya participó de esta aventura el curso pasado y que en esta edición aporta cuatro grupos de 4º de la ESO. De Ibiza también habrá participación del instituto Balàfia, tal y como confirmaron ayer desde el Parque de las Ciencias de Granada, que es donde está ubicada en España la oficina educativa de la Agencia Espacial Europea.

A pesar de los nervios —inevitables— que se viven en este concurso, sobre todo el día del lanzamiento, la experiencia, en palabras de los profesores, es «muy enriquecedora» y al final todo el trabajo merece la pena. Así lo pudieron comprobar el año pasado. «Creo que fueron a Mallorca con dudas porque es muy estresante, deben ser muy resolutivos y pueden fallar muchas cosas. Pero la verdad es que sentí mucho orgullo como docente. Quedó claro que el trabajo hecho servía y lo aplicaban», valora el profesor de Tecnología del Isidor Macabich Fèlix Roig. «Cuando volvieron aquí al día siguiente, se lo contaron todo a sus amigos y creo que se lo pasaron muy bien», añade el profesor de Tecnología José Luis Palau, mentor de estos chicos y su proyecto.

Búsqueda de patrocinadores

Los alumnos confirman que esta es una manera muy amena de aprender durante el curso y tener una motivación extra. Y es que todo lo que se les tenía que impartir este curso se ha adaptado al proyecto que presentarán al certamen. Eso sí, las horas lectivas no bastan. Aparte de la construcción y el diseño, deben buscar financiación, captar a empresas que les patrocinen. Los fondos son clave tanto para pagar el material como los desplazamientos y, si es necesario, la comida o el alojamiento. Así, los integrantes de Maccan se muestran abiertos a que cualquier empresa colabore con ellos en este sentido. Hay que ponerse en contacto con ellos a través de los correos electrónicos amlonghitano@iesisidormacabich.es o alzorrilla@iesisisormacabich.es.

Son muchas horas de trabajo las que requiere este reto, ya que también deben crear su propia página web y hacer difusión en redes sociales, así como en el propio instituto. De momento ya tienen cuenta en Instagram (Maccan_24), Facebook (Maccan OG) y Tik Tok (Maccan_). En esta última plataforma han publicado, por ejemplo, vídeos de las primeras pruebas de paracaídas. Los integrantes son Laia Zorrilla, Hugo Marí, Pinky Juan, Samantha Ortuño, Noemi Linh Lettner y Martín Longhitano.

El año pasado el lanzamiento en la fase regional se celebró a finales de abril en Mallorca, aunque para esta edición todavía no ha trascendido la fecha. El 3 de marzo deben haber entregado el informe definitivo. «Cuando se lanza, [el aparato] va dentro de un cohete, que en un momento dado se despliega, cuando se encuentra a un kilómetro de distancia. Dentro lleva cinco CanSats que se despliegan y caen durante un minuto», detalla Palau. Roig apunta que lo ideal es que dure unos 30 segundos, aproximadamente. «Para favorecer la recuperación del CanSat se recomienda un tiempo máximo de vuelo de 120 segundos», detallan las bases del concurso.

Hay que calcularlo muy bien para que la recuperación no se exceda ni menos ni más en el tiempo: «Si cae muy lentamente, se acabará desviando y será muy difícil encontrarlo, y si va muy rápido puede romperse y no recopilar bien los datos», apunta Longhitano.

En aquellos instantes, en cada segundo tienen que enviarse los datos que esté detectando el minisatélite. «Tú estás en la estación base con unas antenas y un portátil y tienes que estar recogiendo los datos para comprobar que todo va bien. Después, ese mismo día, toca hacer una presentación del proyecto, valorando qué hemos detectado», añade Palau durante una conversación con este diario en el instituto, en presencia de los seis integrantes del grupo Maccan (de 15 años de edad) y de Roig, que colabora en la misión.

El CanSat debe medir obligatoriamente la temperatura y la presión atmosférica. A partir de ahí, «lo podemos complicar». La finalidad del proyecto es, en resumen, «lanzar un satélite del tamaño de una lata con un peso aproximado de 350 gramos», en palabras de Longhitano. «Hay dos misiones: la primera es común para todos los grupos [las mediciones obligatorias, ya mencionadas], y la segunda la elige el equipo, que debe centrarse en algún problema», añade, y tener una finalidad científica o tecnológica. Por motivos obvios, Maccan aún no puede desvelar esta segunda parte.

A la entrevista, el grupo Maccan trae algunos modelos de CanSat: «Esto viene a ser una lata de refresco y la hemos diseñado y hecho con una impresora 3D. Es una carcasa y dentro metemos un microcontrolador y una serie de sensores. En función de la misión primaria y secundaria le añadimos más electrónica o menos», explica Palau.

Acercar las aulas al espacio y la tecnología

Los estudiantes inscritos en el concurso CanSat se acercan de forma didáctica a este ámbito

La participación del alumnado en el concurso CanSat sirve para desarrollar su interés por el mundo espacial y tecnológico. Laia Zorrilla, una de las seis integrantes del grupo Maccan del IES Isidor Macabich, explica que ya de pequeña le gustaba este ámbito: «Cuando entré al 4º de la ESO tecnológico y José Luis [Palau, profesor] nos propuso este proyecto, dije ¿Por qué no?». Pinky Juan Tur, otra de las integrantes, comenta que el curso pasado ya les informaron de la existencia de este concurso, de manera que su interés ya comenzase a despertarse. Para participar hay que tener más de 14 años. Los universitarios o personas con formación superior no pueden inscribirse.

Alumnos del Macabich en la regional de 2023.

Alumnos del Macabich en la regional de 2023. / DI

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