Entrevista | Aída Alcaraz Martínez Exedil de Gobernación de Sant Antoni

Absuelta de acoso laboral en Ibiza: «No sé si el PP fue el inductor de las denuncias, pero le vino muy bien»

«Se sintió acosado un señor que casi no había visto nunca. Se subió al carro de la demanda de Javier Verdugo, no sé si instigado o de ‘motu proprio’»

Aída alcaraz.

Aída alcaraz. / PSOE

«El agente de la Policía Local que me denunció es un señor con el que, probablemente, durante el tiempo que estuve en Sant Antoni como concejala me crucé tres veces en el retén para decir hola y adiós. Esa fue mi relación con él». Con esta frase, Aída Alcaraz quería dejar ayer claro que carecía de motivaciones para acosar al agente denunciante, como así pone de manifiesto la sentencia del juzgado de lo Penal número uno de Ibiza y ha ratificado la Audiencia Provincial al desestimar el recurso de la acusación: «Se sintió acosado un señor que prácticamente no había visto nunca. Se subió al carro de la primera demanda de Javier Verdugo [exjefe de la Policía Local de Sant Antoni], no sé si instado o instigado por alguien o motu proprio. No sé con qué finalidad», indica la exedil, ahora asesora de la secretaria de Estado de Turismo, Rosana Morillo.

«Me acusaba -añade Alcaraz- de decisiones que habían tomado otros. Se habían hecho procesos selectivos dentro del retén para formar parte de unidades, en los que tomaba la decisión el jefe accidental de la Policía Local en ese momento, pero el denunciante decía que había sido yo. También pedía que se le autorizasen días de asuntos propios, cosa en la que no participa nunca un concejal, y pese a que a quien correspondía esa función se lo denegaba, él focalizaba la denuncia en que era yo, habiendo documentos firmados por otras personas. En procesos en los que yo no había participado, decidió señalarme a mí como la causante de sus males, que al final eran cosas normales: quieres entrar en una unidad y alguien decide si entras o no. Eso no es motivo de acoso: en función de la idoneidad se escoge. Es un proceso normal dentro de la relación laboral».

¿Considera que hay algún motivo o alguna mano oculta en particular detrás de ambas denuncias contra usted por acoso?

No tengo pruebas ni puedo señalar a nadie, pero estoy convencida de que estos dos señores [el policía local y su exjefe] han sido la punta de lanza de algo que interesaba a muchos otros que han instado y aplaudido, empezando por el PP, que se beneficiaba de esto al desacreditar a un miembro del equipo de gobierno, en manos del primer partido de izquierdas que gobernaba ese municipio, el PSOE. No sé si fueron inductores, pero les vino muy bien. Se subieron al carro. Estoy convencidísima de que los instigaron e instaron a que me denunciaran. Y no sólo el PP, también gente dentro del retén. Y había medios de comunicación que les hacían las palmas.

El PSOE exige que el PP le pida disculpas.

No creo que llegue a suceder. Agradecería que lo hicieran, pues ese partido ha formado parte de ese descrédito. De hecho, el que es hoy alcalde, Marcos Serra, y su teniente de alcalde, Neus Mateu, me han acusado de acosadora en el pleno. Pero no espero que lo hagan.

¿Le ha afectado a su vida personal el proceso judicial de ambas denuncias?

Me tuve que desvincular de la política al acabar la legislatura porque, evidentemente, no hay cuerpo que aguante eso durante mucho tiempo. Fueron cuatro años de mandato lo suficientemente duros como para dar pie a que lo pudieran seguir haciendo mucho más tiempo. Anímicamente no fue mi mejor momento y tuve que ponerme en manos de profesionales. Fue un periodo duro que he podido lidiar con el apoyo de mi entorno y profesional. Me marcó, me marcó mucho.

Su padre falleció durante el proceso judicial.

Mi padre estaba totalmente convencido de mi inocencia. Pero me quedé con el dolor de que él no pudiera disfrutar de esta victoria, sobre todo por lo que nos ha supuesto en el ámbito familiar.

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