Llama la atención

La insostenible situación del servicio de suministro y mantenimiento del alumbrado público en Sant Antoni. Hace un año, el ingeniero municipal reconoció en sede judicial, en calidad de testigo, que este contrato «se está prestando a duras penas y presenta numerosas deficiencias». En octubre de 2019, se adjudicó por diez años a la UTE Ferrovial y Mespisa por 278.223 euros anuales, un 47,7% por debajo del presupuesto base de licitación. El técnico llegó a decir que el alumbrado es «como de cirios». Además, un informe de un perito judicial sostiene que la oferta de la UTE podría haber sido anulada. El Ayuntamiento ha encargado una auditoría del servicio.

La solicitud del Consell de Ibiza a la Dirección General de Tráfico (DGT) para la instalación provisional de radares móviles en la autovía de Sant Antoni, a la altura del barrio de Can Guillamó, donde se producen demasiados accidentes por el exceso de velocidad y la existencia de un paso de peatones. La DGT tiene pendiente de aprobar la instalación de un radar permanente en este punto negro.