La cabalgata de Reyes Magos más familiar en Sant Joan

Melchor, Gaspar y Baltasar llegan sobre tres Citröen 2CV para saludar a los niños del pueblo

El rey Baltasar tira caramelos a los niños de Sant Joan.

El rey Baltasar tira caramelos a los niños de Sant Joan. / Marcelo Sastre

Como ya es habitual, la cabalgata de Sant Joan es la más tardía de todas las que se celebran en Ibiza, después de que este sábado haya recuperado su horario habitual a las seis y media de la tarde. Igualmente, se confirma como uno de los recorridos de los Reyes Magos más entrañables, en un ambiente de plena familiaridad y con la mezcla de ibicencos y residentes de origen extranjero de reminiscencias hippies característica del norte de la isla.

La cabalgata de Reyes Magos más familiar |

El rey Gaspar entrega su regalo a una niña. / M.S.

No obstante, al llegar al pueblo, a las seis y cuarto de la tarde, Sant Joan parece un páramo. Apenas hay una quincena de personas en la Plaça Espanya: un grupo de amigos compartiendo hierba mate, unos niños jugando a fútbol y unas madres que cuidan a sus bebés. El único establecimiento abierto es el bar San Juan, donde se resguardan del frío otra veintena de personas.

La Comisión de Fiestas de Sant Joan organiza la cabalgata desde 1977

En seguida llama la atención que este año está mucho más iluminada y engalanada esta plaza y también la de la iglesia, al otro lado de la travesía. «Es que antes apenas había decoración», precisa Iñaki de Eróstegui, el presidente de la Comisión de Fiestas de Sant Joan. Esta entidad organiza la cabalgata de los Reyes Magos desde 1997, cuando los jóvenes de la localidad se animaron a cargar los regalos de sus majestades con un con un tractor Agria articulado de 30 caballos.

La cabalgata de Reyes Magos más familiar

Un niño se lleva feliz su regalo de los Reyes Magos. / M.S.

La flamante iluminación navideña es uno de los motivos por los que se ha optado a volver a celebrar la cabalgata tras la puesta de sol. El año pasado, tras dos ediciones en blanco por las restricciones del covid, Sant Joan recuperó la visita de los Reyes adelantándola a las cinco de la tarde y combinándola con una jornada de juegos infantiles en la Plaça Espanya. Entonces, algunos padres y madres lamentaron que, a plena luz del día, se perdía la solemnidad de las antorchas de los pajes reales, así como de la estrella de Navidad que, sobre una furgoneta, siempre encabeza esta sencilla comparsa.

La cabalgata vuelve a celebrarse tras la puesta de sol después de la edición a plena luz del día del año pasado

Poco antes de las seis y media de la tarde, ya se ha congregado algo más de un centenar de personas junto a la plaza, donde unos pajes reales de la Comisión de Fiestas ultiman todos los detalles en el escenario preparado para que sus majestades repartan los regalos a todos los niños de Sant Joan.

De Eróstegui conecta los altavoces para que empiecen a sonar villancicos mientras los más pequeños se arremolinan junto a él para preguntarle cuándo van a poder ver a Melchor, Gaspar y Baltasar. «Ya están llegando», trata de tranquilizarles.

Ya llegan los Reyes

Al cabo de un rato, el presidente de la Comisión de Fiestas toma el megáfono: «Se hace saber a toda la población que los Reyes Magos ya están de camino». Se forma una algarabía y los niños toman posiciones en primera fila de la acera. «De qué lado vienen», inquiere uno de ellos. «Siempre vienen desde allí», le indica un amigo, señalando hacia la escuela.

En la escalinata de la plaza de la iglesia aguarda otro grupo de amigas. Sofía, de cinco años, acompañada de su tía Loli, espera que los reyes le traigan una Barbie; Amara, de 15, ha pedido un patinete, Celeste y Maica, ambas de trece, una bici y ropa, respectivamente.

Aparece la furgoneta con la estrella y los más pequeños se quedan boquiabiertos. Este año, sus majestades llegan en tres Citröen dos caballos, cada uno de ellos flanqueados por dos pajes, mientras que el clásico tractor con el remolque de los regalos cierra la comitiva.

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