El Consell de Ibiza apuesta por licitar de nuevo el servicio de detectives para infiltrarse en fiestas ilegales

El vicepresidente Mariano Juan reconoce que, a pesar de que las celebraciones se han reducido «radicalmente», el servicio es útil después de ayudar a desarticular una organización criminal dedicada al tráfico de drogas

Una de las viviendas donde el pasado verano se celebraban fiestas ilegales

Una de las viviendas donde el pasado verano se celebraban fiestas ilegales / María Molina

El vicepresidente primero y conseller de Territorio y Ordenación Turística del Consell de Ibiza, Mariano Juan, es partidario de licitar de nuevo el servicio de detectives infiltrados en fiestas ilegales a pesar de reconocer que el número de estas celebraciones se ha reducido «radicalmente».

Aun así, la última palabra la tienen los cinco ayuntamientos de la isla a quienes la Administración insular ha remitido desde hace una semanas un escrito para saber su opinión. «Nuestra intención es continuar con el servicio siempre que los ayuntamientos nos respondan si tienen esta necesidad o no o si se debería modificar alguna cosa», señala el vicepresidente, que recuerda que esta iniciativa está «pensada para ayudar [a los ayuntamientos] a cumplir con sus competencias».

El servicio de los detectives infiltrados en fiestas ilegales surgió en plena pandemia sanitaria, cuando la oferta de ocio nocturno de la isla estaba cerrada y proliferaron estas actividades ilegales. De hecho Juan precisa que cuando se habla de fiestas ilegales se hace referencia a actividades de «pública concurrencia» donde se venden entradas y, si «encuentras el circuito para poder ir», es un acto público. Son actividades «profesionales, económicas e ilegales», reitera Juan, que no duda en calificarlas como «discotecas en una vivienda no necesariamente turística».

Negocio rentable

En opinión del conseller, se debe seguir apostando por este servicio de control aunque haya bajado «sustancialmente» el número de fiestas. «Hay muchos menos profesionales, pero es un melón o un segmento que se ha abierto a raíz del covid», apunta Juan, que cree que se ha apostado por este negocio porque se ha demostrado «que dentro de lo ilegal, puede funcionar», además de ser «rentable».

Durante el pasado año, el servicio de detectives se infiltró en más de una treintena de fiestas ilegales, identificó a unas 40 personas, entre organizadores, colaboradores o captadores e, incluso, ayudó a desarticular una organización criminal dedicada al tráfico de drogas, en una intervención policial coordinada por la Guardia Civil, Policía Nacional y policías locales. Con estos datos, Mariano Juan se muestra tajante: «Creo que sí es necesario [continuar con el servicio]. Que no tenemos el problema que teníamos en 2020 es evidente,, pero eso no significa que no tengamos que estar encima para prevenir», afirma.

El conseller recuerda que los detectives -que se implantaron en el verano de 2020 con una prueba piloto- son un servicio de «apoyo» para las administraciones municipales, por lo que si las policías locales consideran que es un «complemento importante», según Juan, «no habrá problemas y ya sacaremos el dinero de la partida correspondiente para poder tirar adelante la licitación».

Sanciones también turísticas

En cualquier caso, el vicepresidente reconoce que más allá de ser una ayuda para los Ayuntamientos, también se aprovecha de forma «accesoria» por la Administración insular para abrir sus propios procedimientos sancionadores relativos a las «actividades complementarias» y que son de competencia turística, como puede ser la venta de bebidas alcohólicas.

En este sentido, Juan avanza que el Consell de Ibiza cuenta con dos diligencias previas relativas a las actividades de ámbito turístico y que, previsiblemente, concluirán en expedientes sancionadores.

Al ser cuestionado por si puede suceder que unos ayuntamientos sí opten por este servicio de cara a la próxima temporada y otros no, el conseller no se lo plantea al compartir todos el mismo diagnóstico. Sí que adelanta que el Ayuntamiento de Ibiza será el único que no lo reclame al no tener suelo rústico.

Por otro lado, Juan avanza que en reuniones con agentes de la Policía, éstos se han mostrado a favor de esta ayuda ya que en verano, «desgraciadamente, todas las policías municipales están saturadas».

La mayoría de las fiestas ilegales donde se han infiltrado los detectives la última temporada estival se han celebrado en villas alejadas de la población, con accesos que se hacen a través de contactos, amigos, grupos de Whatsapp o páginas web.

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