El autobús incendiado en la carretera de Ibiza había pasado la ITV hacía solo quince días

El Consell pide información a la empresa de transportes Sagalés, gestora de la línea pública, sobre el estado en que se encontraba el vehículo incendiado

El autobús de la L3 incendiado en la carretera de Sant Antoni-Eivissa.

El autobús de la L3 incendiado en la carretera de Sant Antoni-Eivissa. / Vicent Marí

El autobús incendiado el mediodía del pasado jueves mientras cubría la ruta Sant Antoni-Ibiza (L3) sin dejar heridos había pasado la ITV apenas quince días antes de prenderse fuego sin presentar ninguna falla en la mecánica, aseguraron ayer desde el Consell de Ibiza.

La máxima institución insular abrió una comisión de investigación el día después del siniestro para esclarecer el origen de las causas e impedir que un accidente de estas características suceda de nuevo, como informó el conseller de Transportes, Mariano Juan, en el debate de una moción de urgencia convocada por el Partido Socialista.

Por el momento, el Consell ha pedido de manera extraoficial a la empresa de transportes Sagalés, gestora de esta línea de transporte público, información sobre el estado del vehículo y tenía previsto emitir ayer el registro de salida de la petición formal.

Hasta ayer, permanecían a la espera de que la compañía les proporcionara más detalles acerca de la condición del autobús para conocer las causas del fuego, aparentemente originado por una avería en el motor.

Dos revisiones anuales

A pesar de que el incendio no dejó heridos por la perspicacia del conductor, que percibió una anomalía en el motor y desalojó el autobús y gestionó de inmediato un cambio de vehículo, durante la moción de urgencia el PSOE exigió mejorar las medidas de prevención para garantizar la seguridad en la red pública de transporte.

Desde el Consell señalaron ayer que todos los autobuses gestionados por la institución pasan de manera obligatoria dos inspecciones técnicas anuales (es decir, cada seis meses) y especificaron que, en el caso del bus incendiado, que cubría la ruta entre Sant Antoni y Ibiza, esta revisión se había llevado a cabo hacía solamente dos semanas, el pasado 30 de noviembre, sin encontrar defectos notorios en el vehículo.

Mientras permanecen a la espera de recibir explicaciones por parte de la empresa Sagalés, los encargados de investigar el caso han recogido información técnica y han podido determinar que la fecha de primera matriculación del vehículo data del año 2004.

Un dato que coincide tanto en el informe de la ITV como en el registro de matrícula de la Dirección General de Tráfico (DGT) que ha consultado el Consell.

Esto significa que el autobús sumaba ya 19 años de antigüedad, a pesar de que en principio presentaba buenas condiciones para circular.

El chófer interrumpió el viaje mientras iba por la carretera en dirección a Ibiza cuando detectó que el vehículo emitía un sonido extraño y se detuvo en una de las paradas de la ruta, a la altura del polígono de Montecristo.

Después de avisar a la empresa, que habilitó otro vehículo y reubicó a los pasajeros para que llegaran a su destino, el conductor se subió a su asiento y puso en marcha el autobús para llevárselo al taller.

Fue entonces cuando se iniciaron las llamas, afortunadamente sin causar ningún daño tampoco al trabajador, que enseguida llamó al 112.

Los bomberos se desplazaron hasta el lugar del suceso para sofocar las llamas, que terminaron revorando el bus por completo, y el departamento insular de Carreteras se encargó de limpiar los restos del siniestro.

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