Els Truitons cocinan la mejor tortilla de Ibiza

La plaza del Mercat Vell acoge el ‘I Concurso de ‘Truita de patata vermella d’Ibiza’, en el que nueve equipos presentaron sus versiones de esta receta, la mayoría clásicas y todas con cebolla

Con rachas de viento que incomodaban el cocinado en la calle y enfrentándose al hándicap de usar huevina en lugar de huevos, nueve equipos se enfrentaron ayer al reto de hacer la mejor tortilla de Ibiza. La plaza de la Constitución, en la que se asienta el Mercat Vell, acogió ayer el primer concurso ‘Truita de patata vermerlla d’Eivissa’ dentro del programa de actividades por el 150 aniversario del histórico mercado del barrio de la Marina.

Cocinar en la calle no es lo mismo que hacerlo en la cocina de casa y seguramente ninguna de las tortillas que se degustaron ayer son las mejores que han salido de las sartenes de los cocineros aficionados, pero el concurso sirvió para pasar un buen rato amenizado por el grupo Discover.

Su segunda tortilla

El equipo Es Truitons se hizo con el primer premio, dotado con 350 euros para gastar en el comercio local de Ibiza. Los segundos fueron La Comuna y en tercer lugar quedó el equipo Pessi.

El equipo Es Truitons con el premio del concurso de tortillas

El equipo Es Truitons con el premio del concurso de tortillas / Ayto. de Eivissa

En el tercer clasificado del concurso estaban Oliver Albaladejo y Adrian Loor, para quienes ayer era la segunda vez que cocinaban tortilla de patatas. La primera fue el día anterior, en casa, para practicar. Enseñaban orgullosos en el móvil las fotos que habían hecho de sus recetas.

Oliver y Adrián son alumnos de primero de Bachillerato del IES Sa Real, que participaron en el concurso con un fin solidario. Su participación la impulsó la profesora de religión, Sonia Ruiz, dentro del proyecto solidario que impulsa a través de esta asignatura.

Entre las actividades que se llevan a cabo en el marco de este proyecto educativo está la colaboración con Cáritas. Se decidió aprovechar este evento con un doble objetivo: donar el excedente de materia prima (la organización repartía diez kilos de patata roja que no se iban a agotar) y destinar el premio, si ganaban, para comprar productos para la obra social de la iglesia católica.

«Esto se propuso como actividad voluntaria y la verdad es que respondieron muy bien», comentaba una de las profesoras que les acompañaba. De hecho se formaron dos equipos: Pessi y M’agrada sa papa.

Los dos equipos de adolescentes trabajaban juntos pero no revueltos. La mayoría de las chicas estaban en Magrada sa papa y la profesora comentaba divertida que habían traído mano de obra extra convenciendo a sus novios. Patricia daba a probar allí su primera tortilla, que estaba «dulce en exceso por la cebolla caramelizada», reconocía. La idea era añadirle también queso de cabra para compensar.

Tortilla de Betanzos

El aperitivo que habían dispuesto los integrantes de La comuna, sobre la tabla con caballetes ofrecida por la organización, era digno de una buena barbacoa de domingo. De esas con muchos amigos y más gente picoteando y bebiendo que cocinando.

El que manejaba los fogones era Jaime, que tenía previsto hacer una tortilla «al estilo de Betanzos». El secreto de su receta radica en «cortar muy fina la patata y pasarla rápidamente por la sartén y que se quede cuajada en su punto».

Entre cervezas, patatas fritas y aceitunas rellenas de anchoa, los pinches del equipo explicaban que también iban a hacer una tortilla vegana «y normal también», comentaban riendo, mientras los cocineros preparaban la comida.

A las dos de la tarde salieron las tortillas en dirección al jurado, que integraban los cocineros David Reartes y Marga Orell, la concejala de Mercados, Laura Planells y la representante de la Asociación de Comerciantes de la Marina, Carol Boned. La cata contó con la participación sorpresa del chef Óscar Molina.

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