Rifirrafe entre el PSOE y el secretario del Consell de Ibiza por la marcha del presidente

La marcha del presidente del Consell, Vicent Marí, cuando habían transcurrido casi tres horas del pleno (de un total de siete) para asistir a la misa del día grande de Sant Miquel provocó un rifirrafe entre el portavoz socialista, Josep Marí Ribas, y el secretario de la Corporación, Pedro Bueno. Marí Ribas dijo que era «insólita» la ausencia del Vicent Marí y que, según la ley de Consells, la presidencia del pleno «no es delegable» y, por tanto, sin él, no se podría celebrar. Recordó incluso que cuando era alcalde de Sant Josep, cuando tenía que salir para ir el baño, el pleno se tenía que parar. El secretario le respondió que no se había producido una delegación de funciones, sino una ausencia que, tal como regulada la citada ley, suple la vicepresidencia.

Sin embargo, cuando posteriormente Marí Ribas insistió en que «no se puede hacer», el secretario saltó: «Igual que yo no debato cuestiones políticas porque no es mi función, no voy a tolerar que en el pleno se debatan las cuestiones jurídicas que son mías y no de usted... No voy a tolerar que se ponga en duda el criterio jurídico de la asesoría jurídica de esta Corporación». Sorprendido por la reacción del secretario, Marí Ribas no se mordió la lengua: «Usted deberá tolerar que yo diga lo que considere. Por eso soy conseller de este casa y no un esclavo ni esto es un juicio sumarísimo».

El presidente se va a misa

El conseller de Unidas Podemos, Óscar Rodríguez, tiró de la ironía para criticar la ausencia del presidente. «Es un día tan importante que el presidente ha considerado que tiene que abandonar el pleno para ir a misa. No parece muy razonable en un estado aconfesional, pero confío en que Sant Miquel ilumine su gestión gracias a este acto tan creyente», dijo.

El secretario no tuvo su día, quizá por el cansancio de tantas horas de pleno. También chocó con el conseller de Vox, Jaime Díaz de Entresotos, sobre cómo se debía votar una de la larga lista de mociones debatidas. «Aquí no hay manera de aclararse», zanjó Bueno visiblemente molesto.

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