Entrevista | Sergio Garrido Paparazzi

Sergio Garrido, paparazzi: «Ya no importa la calidad de la foto del famoso, importa la noticia»

«Llevo once años aquí como paparazzi y este verano ha sido el peor de la historia»

El paparazzi Sergio Garrido, ayer, con su cámara, en los jardines de Diario de Ibiza.

El paparazzi Sergio Garrido, ayer, con su cámara, en los jardines de Diario de Ibiza. / Marcelo Sastre

Hace once años que Sergio Garrido pasó su primer verano en Eivissa como paparazzi, una profesión en la que ha visto muchos cambios. Tantos, que fotos que hace años hubieran sido «oro» hoy pasan casi desapercibidas. A punto de acabar el verano en la isla, hace balance de la temporada. 

¿Cuál ha sido la foto del verano en Ibiza?

Está mal el tema. He hecho muchas fotos, pero ninguna, ni por precio ni calidad, es la foto del verano.

¿Por qué ya no hay esas fotos icónicas del verano?

Bueno, una icónica de este verano podría ser la de Mick Jagger y Leonardo DiCaprio. En otro momento, hubiera sido oro, pero ahora ha sido una foto más. Duele. Ibiza está para marcharse y el mundo del paparazzi, también. La isla era un icono de la moda, de la música... Hay otros destinos que atraen a la gente de dinero y las celebrities. Se nos ha ido la cabeza con los precios y trabajadores como tú y como yo no tenemos calidad de vida. Yo estoy aquí por mis hijos, que se han criado en la isla desde pequeñitos. Si fuera por mí y por lo que gano no trabajaría ni aquí ni de paparazzi.

Mick Jagger y Leonardo Dicaprio, en Cala Jondal (Ibiza)

Mick Jagger y Leonardo Dicaprio, en Cala Jondal (Ibiza) / SERGIO GARRIDO

Pensando sólo en su trabajo, ¿dónde se iría en verano?

El problema es global. Hablo con compañeros de otros países y están igual. Hay mercados que han muerto, como el británico, que era el más fuerte. El mercado francés en Ibiza no existe, el italiano está bien y en el español antes valía todo y ahora no vale nada. O muy pocas cosas. Es un problema global, del destino y de las vacaciones de los famosos. Si coges cualquier diario ves que hay muchos menos temas de este ámbito que hace años. Pregúntame por qué.

¿Por qué?

Primero porque hay menos fotógrafos. Aquí hemos llegado a ser 40 y ahora somos ocho que vendemos a todo el mundo. Y de éstos, la mitad son de una agencia y los demás freelance. Las agencias y paparazzi aquí llevan años perdiendo dinero.

¿Y por qué se sigue viniendo?

Porque hay que cubrir contratos. Y, en mi caso, por mis hijos. Esto es una forma de vida. Mi mujer es paparazzi, yo también, tenemos dos niños y nos hemos acostumbrado a esta vida. Es aburrida y solitaria. Con muchas guardias y esperas. Lo bueno de Ibiza es que hay menos esperas porque la gente suele ir a la playa, salir en barco…

¿Le da pena esta situación?

Las redes sociales lo han reventado todo. Lo que no voy a entender nunca es que una revista de cabecera dé una portada con una foto de Instagram. Me duele. Llevo aquí once años y el trabajo de paparazzi ha ido siempre en caída. Este verano es el peor año de la historia. Para mí y para la gente con la que hablo en la isla. De barcos, de restaurantes… Hay cuatro o cinco que funcionan, pero la isla no vive de esos cuatro o cinco.

Con las redes se libran de los paparazzi...

Te pongo un ejemplo: Dua Lipa. Una estrella mundial. Le haces una foto y no tiene valor porque está continuamente subiendo fotos a las redes de lo que está haciendo. Vende su vida en redes. Eso nos perjudica. Sé que está aquí, pero no me pongo con ella. ¿Para qué? No va a dar dinero. Emma Watson vive aquí. Hay años que te da cosas, jugando al tenis, de paseo, y otros que si te ve desaparece. Ahora, además, si hacemos un tema en barco hay mercados que te preguntan cómo y dónde lo has hecho porque hay personajes, como James Blunt, a quien no le puedes hacer fotos porque te denuncia. El personaje que tiene poder y dinero, judicialmente te gana.

¿Este verano ha perdido alguna foto buena en la isla?

Shakira. Estuvo aquí siete días, en una villa. Esa información la tengo contrastada, pero no la conseguí. Tampoco a Bradley Cooper, que estuvo con su hijo y con Irina Shayk. Ella salió, pero él no. Si ellos no quieren, no les haces fotos.

O sea, que eso de que el que no quiere no sale es verdad.

Sí. Imagínate como está el negocio que he llegado a pensar que ojalá me contraten para decirles a los famosos cómo moverse y qué hacer en la isla para que no les pillen. Hay locales que tienen un paparazzi fijo en la puerta, como en alguno de Cala Jondal. Yo hago un tema bonito en el agua y cuando bajan a la playa hay un paparazzi esperando en la puerta que te fastidia tu trabajo.

No me diga que se ha planteado pasarse a la seguridad empleando lo que conoce como paparazzi.

Sí. He hablado con jefes de seguridad y les he vendido ese servicio. Otra cosa que pasa es que ahora lo que importa es la noticia, la historia. La calidad de foto no vale nada. Puedes hacerla con un móvil y si da una noticia lo revientas y ganas dinero. Antiguamente vendías las fotos solas. Ahora necesitas la noticia, si no, ya puede ser el personaje que quieras, que no se le hace caso. Mira Chris Martin, sus fotos se publicaron como si nada.

¿Aunque pille a DiCaprio con una actriz de más de 40 años?

Pues, mira, aunque sea eso ya te digo que no. DiCaprio llega de Saint Tropez, donde se le ha sacado con siete mujeres diferentes. Es su estilo de vida y cansa. Ya no gusta. El año pasado, en septiembre, hice a Tom Hiddleston, el actor. La primera foto con su nueva chica, y se vendió muy bien. Pagaron 10.000 dólares, en web, que eso es increíble. Es la venta más fuerte que llevamos en un tiempo.

¿Las grandes vacas sagradas de la prensa rosa siguen vendiendo?

Pues hice a Isabel Pantoja en bikini en Ibiza hace veinte años y se hizo una venta horrible en Madrid.

Isabel Preysler con un nuevo novio, ¿vendería?

¡Eso sí que vende! Le hice las primeras fotos con Vargas Llosa, en Nueva York, y se vendieron muy bien. Tardé un mes en hacerlas. La Preysler vende y su hija Tamara también. Esa pareja va a dar mucho que hablar.

¿Veremos una infidelidad de Íñigo?

Ojalá que no. Por ella. Pero… Si lo hace no nos vamos a dar cuenta. Si no ha aprendido de esto es tonto.

Entre ‘Supervivientes’ y las colaboraciones en televisión ya es personaje. ¿Le afecta en su trabajo?

¡Fatal! No puedes entrar a un restaurante a ver algo y que te mire todo el mundo, te señale, te pida una foto… Para los temas internacionales no afecta. En televisión hay una batalla mediática entre las productoras de una misma cadena. Importa la audiencia, no el programa y están haciendo programas de mierda. Hay periodistas que leen entrevistas de otros, copian informaciones…

En plató siempre hay personajes maleducados y faltones.

Hay muchos así. Yo no entiendo que periodistas se apropien de informaciones de otros compañeros. Yo hablo de lo que veo y lo que he vivido, pero muchos comentan cosas que no saben. Hay noticias que empiezan de una manera y acaban de otra. Es horrible. Estoy muy quemado. He llegado tarde al mundo del paparazzi y también a la televisión.

¿Le hubiera gustado vivir la época dorada de los paparazzi?

¡Muchísimo! Ganaron millonadas. Cuando empecé hice ventas importantes, como la de DiCaprio con Toni Garrn en mi primer año en la isla. A partir de ahí el mercado cayó. Aquellas ventas ya no existen. Los paparazzi de entonces no trabajan porque las cantidades son irrisorias.

El famoso antes se escondía y ahora se exhibe en redes.

Si aquí no hubiera agencias que lo hacen todo y lo regalan, esto se volvería a recuperar. Este año, como no vale todo, hay personajes de los que no sale nada publicado. No interesan, pero otros años salían.

¿A qué personajes se refiere?

A un perfil de famoso medio o bajo. Como Rafa Mora, por ejemplo. Él quiere que se le saque. Yo no le hago fotos.

¿Qué relación tiene con los personajes?

Con el 80%, buena. Muchos posan porque sí, otros quieren llevarse beneficio y a otros hay que robarles las fotos porque, si te ven, desaparecen. A mí esto me gusta. Me gusta el personaje que no pone nada en redes, que se esconde mucho, que va a restaurantes normales y se camufla. Si das con él… ¡Olé!

Los restaurantes antes protegían al famoso y ahora lo exponen.

No entiendo que a la dirección de un restaurante le moleste que hagamos fotos y luego el cocinero alardee de que los famosos van a su local. ¡Y hasta salen en la tele hablando de eso! Que el Daily Mail publique una foto bonita en la playa a un famoso británico es la mejor promoción para la isla. Todos quieren hacer lo mismo que las celebrities. Si dejamos de hacer fotos, esto se muere más aún.

¿Después de ‘Supervivientes’ no le ha cogido alergia a la playa?

Pensaba que me iba de vacaciones y cuando llegué allí y vi que no importaba la supervivencia sino la confrontación y las movidas se me quitaron las ganas. Acabé pidiendo que me echaran. Algunos lloraban todos los días de hambre, yo sólo me quejé el último día. No veía más. Un mes de supervivencia y quince kilos menos que intento mantener. No me gusta nada la playa. Ni la arena.

Es señorito de piscina.

No. ¡De barco! ¡Barquito! Con cuatro o seis metros soy el más feliz del mundo. No quiero lujos.

¿Ha hecho muchas persecuciones en lancha?

Muchísimas. Nuestro trabajo es una persecución continua. Es un trabajo muy difícil. En Madrid te pones un portal y ya. Pero aquí es muy complicado. Hacer una foto en el agua es dificilísimo, pasar seis horas tras un personaje al sol es muy complicado, salir en barco detrás y llegar a la vez es complicadísimo. Eso no lo puede hacer cualquiera, por eso cada vez hay menos buenos fotógrafos.

¿Tiene fotos en el cajón?

Sí. La mujer de un futbolista de élite me contrató para que le hiciera fotos a su marido durante la despedida de soltero de un amigo. Me pagó una cantidad importante de dinero. Esas fotos no han salido. Y nunca saldrán. Le valieron para mucho.

No le fue fiel en la despedida.

No se portó bien, no.

¿Le gusta que le compren fotos para no publicarlas?

Me gusta publicar, pero si me pagan la foto al precio que toca para no publicarlas, pues ya está. Cuando levanto la cámara y hago el primer clic me olvido de quién está ahí. Me da igual que sea Belén Esteban o DiCaprio. Escucho el clic e intento buscar la mejor foto, el mejor reportaje. Y cada día me cuesta más levantar la cámara. No la levanto si no veo que es rentable. Valoro mucho los temas. Les doy vueltas. Miro si hay noticia. Este verano he dejado correr medio centenar. ¿Para qué, si no se venderá?

Mencionaba a Belén Esteban, ¿qué opina del cierre de ‘Sálvame’?

He trabajado ahí y me gustaba mucho el programa. En este país todo el mundo, en algún momento, ha visto ‘Sálvame’. Cuando un producto se hace más fuerte que su cadena, a los que mandan les da miedo. Y si se politiza, peor aún. Eso tenía que llegar a su fin. Todo empieza y acaba.

Tal y como pinta su trabajo, ¿por dónde pasa su futuro?

Soy empresario, dj, colaborador de televisión y paparazzi. Tengo cuatro trabajos y casi no llego a fin de mes. Los autónomos las pasamos putas en este país. No hacemos más que pagar. De la televisión, al sentarme y ver gente que dice tonterías, sin coherencia, inventándose cosas… Se me quitan las ganas. Además, están pagando muchísimo menos. Aquí sigo por mis hijos. Si me voy a Formentera a hacer una foto me los llevo. El tiempo que me quite de estar con ellos no lo recupero. Si valoro gastos y ventas este verano, es lo comido por lo servido. Empate económico, pero muy bien por la calidad de vida que tienen mis hijos.

¿Por qué foto le han pagado más?

DiCaprio con Toni Garrn en el primer verano que estuve aquí. Vendimos el tema por medio millón de euros. Pero trabajaba con una agencia que se llevaba el 40% y tenía que dividirlo con otros fotógrafos. Son las fotos que vendí por más dinero, pero no por las que cobré más.

¿Cuáles fueron ésas?

Las de Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa en Nueva York. Lo hice yo solo y lo publicó Hola.

¿El verano está acabado?

¡Y tanto! Para nosotros acaba el 15 de agosto. Siempre hay algún despistado que viene en septiembre, mira lo de Tom Hiddleston del año pasado, pero el verano acaba el 15 de agosto. Este año septiembre y octubre serán buenos, pero está la isla muy rara. La recorro siete veces al día. La isla está reventada, hasta que quienes trabajamos aquí no tengamos calidad de vida esto no va a cambiar. Vas a comer aun restaurante, los trabajadores están pagando mil euros por una habitación, están quemados y no te tratan bien. El pez que se muerde la cola. No tienes calidad de vida y para ofrecer un buen servicio hay que tener trabajadores con calidad de vida, como antes. La gente ya no es feliz aquí.

¿Dónde se va un paparazzi de Ibiza en invierno?

Trabajo en Nueva York y Madrid. Mi base está en Sevilla y viajo. España es muy pequeña, no es Estados Unidos y te mueves rápido a cualquier lado. Si tengo información me voy al fin del mundo.

¿Hace otras fotos?

No. Trabajaba en Nueva York y no hacía fotos. Levanto la cámara para facturar. Una cosa es ser fotógrafo y otra, paparazzi. Es una forma de vida que no aguanta todo el mundo. Por eso he reinventado mi forma de trabajar, lo hago en familia. He hecho fotos a Cristiano Ronaldo con mis hijos dando vueltas a mis piernas. Eso no me lo quita nadie. Veo a otros paparazzi y el 80% son tristes, oscuros y tenebrosos. No quiero ser así.

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