Entrevista | Patricia Fernández Reina Enfermera de Pediatría del centro de salud de Vila

Patricia Fernández Reina, enfermera de Pediatría: «El ‘baby sign’ no retrasa el habla de un bebé, al revés»

«Se usan los signos en cuentos y canciones y esto hace que se refuerce el vínculo, el apego con padres y madres»

Patricia Hernández Reina,haciendo el signo del ‘baby sign’ para «fruta».  maria molina

Patricia Hernández Reina,haciendo el signo del ‘baby sign’ para «fruta». maria molina / Marta Torres Molina

Comunicarse con el bebé. Ése es el objetivo del baby sign, un sistema que combina palabra y signos y del que Patricia Hernández Reina, enfermera de Pediatría del centro de salud de Vila, ha impartido esta semana el primer taller, que ha registrado un lleno total. Tanto, que el próximo mes repetirá experiencia para familias que quieran aprender este sistema que tiene muchos beneficios: estimula la memoria a largo plazo del bebé, reduce la frustración y las rabietas, ayuda a la psicomotricidad fina y favorece el vínculo y el apego con quienes se comunica. Ella misma y su pareja lo aplicaron con su primera hija. «El resultado fue tan chulo y emocionante que hice el curso para convertirme en instructora para enseñar a otras familias», explica esta ibicenca de 35 años que siempre tuvo claro que su futuro estaba eb la sanidad. Desde octubre de 2021 está en Atención Primaria, pero antes pasó trece años en la UCI de Can Misses. Lo que hace ahora le encanta, pero la echa de menos, confiesa.

¿Qué es el baby sign?

Sería un error llamarlo lengua, pero por la traducción del inglés se la llama lengua de signos para bebés. Es un sistema de comunicación bimodal, una técnica que combina la palabra y el signo, que forman un todo. Consiste en hablar a nuestros bebés insertando algunos signos hechos con las manos de cosas muy concretas.

O sea, como lo que ya hacemos cuando les repetimos las palabras vocalizando mucho, pero añadiendo las manos, ¿no?

Sí, exacto, a la comunicación oral le añadimos un signo.

¿Está relacionado con la lengua de signos de los no oyentes?

Son signos diferentes, pero sí. Este sistema de comunicación surgió en los años 80 en Estados Unidos después de observar que los bebés de familias no oyentes, a los nueve meses más o menos, hacían un montón de signos y se podían comunicar muy bien con sus familias. A raíz de eso, tres personas que fueron los fundadores de este sistema, hicieron estudios, probaron y pensaron que sería una buena forma para que las familias oyentes se pudieran comunicar con sus bebés de manera temprana.

Los bebés lo imitan todo. Les sacas la lengua y sacan la lengua, les lanzas un beso y te lo lanzan a ti…

¡Exacto! De hecho, les enseñamos signos sin darnos cuenta constantemente: cuando les pedimos que nos lancen un besito, que nos digan hola o adiós o que hagan los cinco lobitos. Aprenden por observación e imitación. Y todos los niños con los que se aplica este sistema acaban signando.

¿Qué tipo de cosas se pueden decir con el baby sign? ¿Qué comunicación se puede establecer?

De todo un poco. Depende de lo dispuestos que estén los padres y madres pueden aprender tantos signos como ellos quieran. ¡Porque hay signos para todo! La comida, la rutina, los colores, la ropa, las emociones, actividades de ocio… Se puede signar prácticamente todo lo que quieras. Porque, además, si hay algún signo que no está inventado y que a ti te resulta muy útil lo puedes inventar, siempre que no interfiera con otro signo.

Patricia Fernández Reina hace el signo de "cocodrilo"

Patricia Fernández Reina hace el signo de "cocodrilo" / Maria Molina

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Habrá quien se pregunte si esto no retrasa el habla de un bebé.

Ese es un miedo muy común de las familias. Hay gente que te ve haciendo signos con tus hijos y te dice: «Esto le va a retrasar el habla». Pues no. Todo lo contrario. Este sistema nace con el objetivo de ser una etapa más en el desarrollo del habla. Ponemos siempre un ejemplo que la gente entiende superbién: el gateo no retrasa que el bebé empiece a andar, sabemos que por que gatee no dejará de andar y que es una etapa más de su desarrollo, pues esto es exactamente lo mismo. Al contrario, el baby sign incentiva que los bebés se comuniquen con nosotros porque ven que se les entiende. Además, tiene muchos beneficios, uno de ellos, por ejemplo, es que se reduce la frustración que sienten cuando no se les entiende. ¡Y las rabietas!

¿Favorece el vínculo?

Sí, es otro de los beneficios que tiene, favorece el vículo y el apego del bebé. Se usan los signos en cuentos y canciones y eso hace que se refuerce ese vínculo, ese apego, entre los padres y madres y sus bebés. O con los cuidadores que lo utilicen.

¿Es complicado?

Yo no lo veo tan complicado. Creo que si te gusta y estás emocionada de poder comunicarte con tu bebé no lo es. Lo más difícil es acordarse de todos los signos, pero no es algo complejo. Hay que hacerlo de forma muy natural, analizando tu día a día y no aprendiendo signos que no te son útiles o que no vas a usar porque no los necesitas. Por ejemplo, si no le lavas con una esponja no necesitas aprender el signo de esponja. Hay que estudiar las rutinas, sus juguetes favoritos, su comida… Esto ayuda mucho a los padres, evidentemente, porque los entendemos, pero los protagonistas son siempre los bebés. Eso no hay que olvidarlo nunca. Tenemos que fijarnos en sus intereses. Igual a nosotros nos interesa mucho que aprenda el signo de patata, pero luego al bebé no le gusta la patata y prefiere la fresa. Pues mejor que aprenda el signo de esta última. Hay que observarlos, comenzar con los signos que más les motiven, y luego ir ampliando ese diccionario.

Vaya, que manda el bebé.

Sí, sin duda. Los protagonistas son ellos. El baby sign no tiene que ser algo forzado. Nunca hay que obligarlos a mirarte, por ejemplo. Al principio haces los signos y ellos, la mayoría de las veces, no te miran, pero tienes que seguir haciéndoselos. Tenemos que captar su atención y eso lo logramos con lo que a ellos más les guste. Cuando ya tengamos su interés podemos ir ampliando.

¿Cómo se sabe que un bebé está preparado para aprender estos signos?

El momento que se considera ideal es entre los seis y ocho meses. ¿Podemos empezar antes? Sí, pero se nos va a hacer más largo el proceso hasta que el niño o la niña nos devuelva esos signos y puedes acabar dejándolo. Eso ocurre, aproximadamente, sobre los diez meses. Puedes comenzar después de los ocho meses, también, el bebé tendrá más soltura porque es cuando comienzan a desarrollar la memoria a largo plazo y la motricidad fina y será un proceso más rápido. Por eso, aunque empiecen antes, no adelantarás.

¿El bebé debe cumplir alguna condición física para empezar?

Pues como con el baby-led weaning (darle al bebé alimentos sólidos dejando que él decida), no hay condiciones que tenga que cumplir, puedes comenzar cuando quieras y puedas. Eso sí, la motricidad fina tiene que estar empezando a funcionar para que te puedan devolver el signo.

Hablaba de la memoria a largo plazo. ¿Este sistema estimula la memoria?

Sí, porque necesitan desarrollarla para recordar los signos. Ellos se acuerdan de los signos y, cuando quieren pedirte algo, los usan. Es un sistema que tiene muchos beneficios para su desarrollo.

Imagino que es importante, para estimularlos, hacerles caso cuando empiezan a pedir cosas.

Mucho. Cuando él te hace un signo tienes que hacerle caso. Hay que dirigirse a ellos con mucho cariño, con mucha alegría, que vean que es algo divertido. Cuando les entiendes tienes que repetir la palabra y el signo para que lo retengan. Imagina que te pide queso, por ejemplo, pues hay que decirle algo como «¿quieres queso? Muy bien, mi amor, aquí tienes queso», insistiendo en el signo. Si el bebé ve que te hace un signo y no le haces caso, igual se pone a llorar para que le prestes atención.

¿Es importante que todo el núcleo familiar esté implicado? ¿Que no sea sólo una persona?

Hay familias en las que sólo signa una persona y los niños aprenden igual, pero si en una familia signamos todos e, incluso, los progenitores cuando hablan entre ellos, es mucho mejor. Los reconocerán antes y empezarán antes que si sólo lo hace una persona. En nuestro caso, al principio, las dos teníamos claro que queríamos hacer los signos, pero el resto de la familia nos miraba un poco raro. Pero pasó lo que pasa en muchas familias, que cuando empezaron a ver que la niña devolvía los signos y se comunicaba, todos comenzaron a interesarse y todos querían aprender. Cuando se arrancan, toda la familia quiere hacerlo para comunicarse con el bebé.

La enfermera, haciendo el signo de "piña"

La enfermera, haciendo el signo de "piña" / Maria Molina

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¿Esos signos desaparecen cuando el bebé empieza a hablar?

Sí. Empiezan a hablar, les entiendes y poco a poco dejan de usar los signos. Sólo perduran para aquello que no saben pronunciar bien o para lo que no han aprendido la palabra. Cuando ellos te pueden decir «perro» en vez de hacer el signo, ya no lo usan. Es verdad que cuando consiguen algunos hitos en su desarrollo, como aprender a caminar, pueden estar un tiempo sin usar los signos, pero no pasa nada, luego vuelven. Están tan concentrados en ese nuevo logro que pueden dejar de hacerlo, pero no hay que preocuparse.

Es que descubrir que tienes piernas es toda una aventura.

Exacto, y se concentran en usarlas. A mi hija, por ejemplo, no le influyó, pero hay muchos niños y niñas a los que les pasa. Pero son unos días y luego vuelven. Sólo lo dejan cuando van adquiriendo el habla.

¿Hay que hacer los signos de uno en uno o se pueden usar todos los que queramos?

No, se pueden hacer todos los que queramos, lo importante es que seamos constantes. Es lo mismo que cuando estás hablando con tu hijo, no seleccionas unas cuantas palabras para que las aprenda, no las limitas, pues con los signos es totalmente igual. Hay que analizar el día a día y escoger los que usamos, pero lo mejor es utilizar todos los que podamos, aunque sin forzar situaciones, eso sí. Lo que hemos dicho antes: si en casa no se come pepino no vamos a estar enseñándole pepinos al bebé para que aprenda el signo. Hay que tener en cuenta que, además de para comunicarse, sirve para que los bebés se expresen, porque les gusta contarnos cosas. Vas paseando por la calle y te va haciendo el signo de árbol porque está viendo árboles, de perro cuando se cruza uno, de pájaros cuando los ve volar… Eso les hace sentir bien. De hecho, uno de los beneficios de este sistema es que aumenta su autoestima y les da seguridad.

¿Hay que corregirles cuando no hacen bien un signo?

Igual que cuando hablan. Si dice «abua» en vez de «agua» no le dices «¡Que no! ¡Que así no se dice!» si no que le repites la palabra varias veces, pronunciándola bien, para que entienda cómo es realmente. Con esto, lo mismo, lo repites y le haces el signo de forma correcta. No se nos puede olvidar que el objetivo es comunicarnos con ellos, así que si el bebé te hace el signo más o menos bien y lo entiendes aunque no sea exactamente como debería, el objetivo se ha cumplido.

¿Los bebés se inventan signos, como se inventan palabras cuando aprenden a hablar?

Sí, claro. Hay cosas, como el kiwi, que no tienen signo, pues si en casa se comen muchos kiwis hay que inventarse un signo. Lo mismo que cuando se quiere dar un sentido especial a un muñeco. Inventárselos es genial, siempre que no interfiera con otro signo y que lo hagas siempre igual. Para no liarlos.

¿Qué pasa con los nombres propios?

Imagina que tienes perro. Signas perro, pero dices su nombre en vez de decir «perro». Ese genérico lo usas, acompañado del signo, si vais por la calle y veis perros Con las personas igual. En casa hicimos baby sign con nuestra hija mayor y ahora estamos empezando con el bebé, que tiene siete meses. Cuando le hago el signo de «hermana» añado también el nombre de su hermana.

Antes hablaba del baby-led weaning. ¿Tiene alguna relación?

El baby sign y el baby-led weaning es una supercombinación. Al ofrecerle los alimentos a trozos, le das brócoli y ve que es un brócoli, le das una zanahoria y ve que es una zanahoria. Esto es muy útil para que aprenda el signo de cada alimento. Le enseñas lo que hay en su plato, atraes la atención del bebé a los alimentos, sabemos cuáles les gustan más, les damos libertad para que nos los puedan pedir y seguimos estimulando su desarrollo psicomotriz y la coordinación mano-boca, necesaria para el baby-led weaning.

Esto no será una moda, ¿no?

No, no, para nada. El baby sign no es una moda. En Estados Unidos nació en los años 80 y es muy conocido. Aunque en Europa aún es algo que no se conoce mucho, cada día hay más familias, escuelas y profesionales que lo aplican y que deciden formarse en esto. En Reino Unido, por ejemplo, ya se usa casi en cualquier escuela infantil. En España sería un próximo paso, un buen proyecto para desarrollar. Creo que es algo positivo para las familias y, sobre todo, para los niños y niñas.

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