Prohens toma nota en Can Botino de sus deberes para la ciudad de Ibiza

Vivienda, depuradora e infraestructuras educativas. Estos son algunos de los temas que se tocaron ayer en una breve reunión que tuvo lugar en la sede del Ayuntamiento de Ibiza entre la nueva presidenta del Govern, Marga Prohens, y los integrantes del ejecutivo local (con la única ausencia de los concejales Jordi Grivé y Joan Clapés).

A las siete y diez de la tarde, Prohens deja su firma en el Libro de Oro de la ciudad, acompañándola del siguiente texto (escrito en catalán): «Maravillosa ciudad, raíces y futuro, tradicional y cosmopolita, acogedora siempre. Como un faro en medio del Mediterráneo, como volver a casa siempre. Mis mejores deseos de prosperidad sin perder la esencia que la hace única». Lo redacta acompañada en todo momento del alcalde Rafael Triguero, quien la obsequia con el libro ‘Ibiza’, de la colección dedicada a las ciudades españolas Patrimonio de la Humanidad. Contiene textos de Concha García Campoy y Antonio Colinas. El primer edil aprovecha para explicarle que el año que viene se cumplen 25 años de la declaración de Ibiza Patrimonio de la Humanidad. «Habrá que celebrarlo», contesta Marga Prohens mientras escucha con atención todo lo que le cuenta Triguero.

Minutos antes, Lourdes Roig, jefa de Protocolo y Relaciones Institucionales del Consistorio, informa a la presidenta de que los primeros en firmar de su puño y letra en el Libro de Oro fueron Juan Carlos I y doña Sofía en 1973, siendo aún príncipes de España.

Antes de todo ello, y después de haber pasado este mismo lunes por el hospital y la nueva sede del SAMU061 de Formentera, así como por el Hospital Can Misses, la presidenta llega a la puerta principal de Can Botino en uno de los dos coches oficiales que acuden a la cita y saluda sonriente a Rafael Triguero: «Com estàs? Encantada de ser aquí». Antes de entrar en la sala de reuniones, donde todos los concejales esperan sentados, la jefa del ejecutivo balear se maravilla con las vistas del puerto de Ibiza desde la sala de Alcaldía.

Galería de imágenes de la visita de Marha Prohens a Ibiza y Formentera

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Vivienda, depuradora, puerto de Ibiza

Al inicio de la reunión (que dura una media hora), el alcalde explica a Prohens, de uno en uno, de qué áreas se encarga cada regidor «Muchas caras amigas», comenta ella. Al finalizar, en declaraciones a la prensa, Triguero agradece la visita de Prohens (la primera a Ibiza tras ser investida como presidenta) con tal de «poder tener un primer contacto para hablar sobre muchos temas compartidos e importantes para este municipio». «Hemos hablado mucho de depuradora, de vivienda y también de otros temas, como algunos vinculados a la actividad portuaria y que afectan a nuestra ciudad, o lo que supondrá, el año que viene, la celebración del 25 aniversario de la declaración de Ibiza Patrimonio de la Humanidad», agrega Triguero. De hecho, anuncia que se han previsto una serie de contactos, a partir de la semana que viene, entre las diferentes conselleries del Govern y los concejales de la ciudad «para hacer llegar a buen puerto las propuestas que se han puesto encima de la mesa» en la reunión de este lunes.

Por otro lado, Triguero apunta que también se ha hablado de infraestructuras educativas y de educación de 0 a 3 años: «Además, tenemos en marcha el nuevo instituto, reclamado desde hace muchos años en la ciudad de Ibiza, y la presidenta Prohens ha tomado nota de este asunto para tratarlo y poder dar respuesta a este mandato».

Respecto a las depuradoras (mientras se espera que finalicen las obras de la de sa Coma, se sufren las deficiencias de la actual) o al parador de Dalt Vila, Triguero afirma que «la presidenta ha tomado nota para realizar un contacto con Madrid»: «Estamos a pocos días de unas elecciones generales y de los próximos responsables de estas áreas dependerá que se dé la máxima prioridad a estos asuntos tan importantes para la ciudad y también para la isla».

Para finalizar, las autoridades asistentes caminan hasta el baluard de Santa Llúcia para hacerse una foto de grupo con las murallas de Dalt Vila de fondo.

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