Barcos fabricados por adolescentes con una impresora 3D en Ibiza
Una quincena de jóvenes trabajan desde ayer en las tercera edición del Tecnoestiu de Ibiza, en la que construirán un bote a través de una impresora 3D con energía solar, que competirá con el que fabriquen en el curso de Menorca
El curso académico terminó hace dos semanas para los más jóvenes, que han comenzado sus deseadas vacaciones de verano. Aun así, algunos han decidido continuar formándose en lo que más les gusta: la tecnología. La opción que más les ha llamado la atención es el Tecnoestiu, un curso que se realiza a lo largo del mes de julio, donde adolescentes de entre 12 y 17 años construirán un barco impulsado por energía solar que zarpará en Formentera y que competirá con el que se elabore en Menorca. La formación se desarrolla en el FabLab de Ibiza, que comenzó ayer su tercera edición.
Eva González participa por primera vez en este equipo. Solo tiene once años, pero le han dejado participar porque en apenas dos semanas cumple los doce. Tiene clara una cosa para este mes: aprender, puesto que en el colegio solamente practicaron con el Chromebook (ordenador de estudio para las aulas), algo de informática. «Me gustaría mucho ser programadora de ordenadores y tener mi propio programa», afirma, ya que tiene muy claro a lo que se quiere dedicar, por lo que tiene ganas de estar en el curso y «ver qué sale».
Aunque los rostros nuevos son inevitables en el Tecnoestiu, otros repiten por segundo año, como es el caso de Vega Román, de 13 años. Al igual que Eva espera aprender mucho y conocer a gente nueva. Su objetivo ayer era buscar información sobre páginas destinadas al diseño para construir el barco que zarpará a finales de este mes.
«Vienen bastante entusiasmados», admite David Cifuentes, estudiante de Ingeniería Telemática en la Universitat de les Illes Balears (UIB), encargado y supervisor de los adolescentes durante este mes. Explica que este año el trabajo es para llevarse a cabo en el mar, ya que el año pasado el curso estuvo enfocado en construir un nanosatélite, que fue lanzado en Sant Agustí.
George Vincent, de 17 años, es la primera vez que viene al Tecnoestiu. Un amigo suyo le mandó el enlace para inscribirse, así como la infografía del contenido del curso. Le interesó, puesto que cursa el bachillerato tecnológico y quiere estudiar alguna rama relacionada con la informática.
«Por ahora solo estamos mirando cosas, pero es un barco más complejo de lo que he hecho anteriormente», comenta sobre lo que hace y sus conocimientos previos en el asunto.
Israel Costa, de 13 años, también se une este año al curso. A él, como a su compañera Eva, le gustaría estudiar programación. Tienen muy claro que se quieren dedicar a este sector, a pesar de su corta edad.
Todo el trabajo que hagan a lo largo de estas semanas va a ser de forma muy autónoma, un hecho que ya han podido comprobar en su primer día. «Como primera tarea tienen que aprender un poco y ver lo que está relacionado con el 3D», indica Miguel Ángel Domínguez, técnico del FabLab.
«Por ahora solo estamos mirando cosas, pero es un barco más complejo de lo que he hecho anteriormente», comenta sobre lo que hace y sus conocimientos previos en el asunto.
Israel Costa, de 13 años, también se une este año al curso. A él, como a su compañera Eva, le gustaría estudiar programación. Tienen muy claro que se quieren dedicar a este sector, a pesar de su corta edad.
Todo el trabajo que hagan a lo largo de estas semanas va a ser de forma muy autónoma, un hecho que ya han podido comprobar en su primer día. «Como primera tarea tienen que aprender un poco y ver lo que está relacionado con el 3D», indica Miguel Ángel Domínguez, técnico del FabLab.
En este primer día han decidido acercarse a visitar el FabLab Rubén Sousa, concejal de Ciudad Inteligente y Transporte Público de Vila; Aitor Morrás, aún director general de Innovación del Govern Balear, en compañía de Bartomeu Alorda, responsable científico de la UIB y que estará con los jóvenes a lo largo de julio.
«Estas cosas son interesantes para acercar a los jóvenes a la innovación y se interesen por esta industria, además de darles una salida fuera de la industria turística, que tanto monopoliza», afirma Sousa. Por su parte, Morrás indica que se ha trasladado al resto de las islas esta iniciativa del Ayuntamiento de Ibiza, con el fin de integrarlas a todas y ser un impulso para que los jóvenes escojan en un futuro carreras relacionadas con el ámbito de la tecnología.
«Durante tres semanas trabajarán desde cero, empezando por utilizar la impresora 3D para crear la estructura del barco y usando electrónica para controlarlo», explica Alorda. «A parte, se alimentará de energía solar y hará su propio autoconsumo», añade, e indica que es una forma de que se conozcan las tecnologías que se encuentran alrededor de la gestión energética eficiente.
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