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Un joven turista pagará más de 6.000 euros por patear drogado a un técnico del 061 de Ibiza

El chico, británico de 19 años, estaba bajo los efectos de las drogas, muy violento

Ambulancias del 061 en el Hospital Can Misses en una foto de archivo. | VICENT MARÍ

La noche de marcha y drogas de un joven turista británico el 7 de octubre de 2018 ha acabado cuatro años después en un juzgado de Ibiza con una condena a pagar 6.123,20 euros por agredir y lesionar a un técnico del 061, a quien rompió una costilla de una fuerte patada. La magistrada jueza María Luisa Bustillo, del juzgado de instrucción número 1 de Ibiza, ha condenado al chico, que tenía 19 años cuando ocurrieron los hechos, a pagar al trabajador sanitario agredido una indemnización de 4.683,20 euros, además de cuatro meses de multa con cuota diaria de seis euros por un delito de lesiones (720 euros) y la misma cantidad por otro delito de resistencia, lo que suma un total de 6.123,20 euros. Además, el joven deberá abonar las costas judiciales.

El joven pidió perdón en su declaración ante el juez. La jueza dictó sentencia de conformidad con el escrito de acusación del fiscal después de que el abogado del joven así lo solicitara. Las partes manifestaron que no recurrirían, por lo que la sentencia es firme.

La sentencia considera probado que el 7 de octubre de 2018 el joven estaba siendo atendido por una ambulancia del 061 en el exterior de la discoteca Privilege, en Sant Rafel, debido a una intoxicación por drogas y alcohol, cuando salió corriendo por la calle. Agentes de la Guardia Civil y los técnicos sanitarios trataron de reducirle, pero el chico se revolvió con violencia y una de las patadas que dio alcanzó a un trabajador de la ambulancia del 061 que había acudido al lugar y le provocó fractura cerrada costal izquierda. Esta lesión provocó a la víctima 90 días de perjuicio moderado y 30 de perjuicio básico, detalla la sentencia.

La pena inicial que pedía el ministerio fiscal se ha reducido en un tercio, tal como prevé la Ley de Enjuiciamiento Criminal, debido a que la sentencia penal condenatoria es de conformidad, es decir, que el acusado ha aceptado los hechos. El joven no tenía antecedentes penales y permaneció detenido dos días por la agresión.

Drogado y muy violento

Los hechos ocurrieron a las 5.48 horas del domingo 7 de octubre. El 061 recibió un aviso para atender a un joven en estado de agitación y pánico. Una ambulancia de soporte vital básico acudió al lugar, donde el hombre estaba subido sobre los coches aparcados, según informó en su día el Ib-Salut. Los sanitarios intentaron convencerle de que bajara, pero como el chico no hacía caso, avisaron a otra ambulancia, que llegó con una patrulla de la Guardia Civil. Al intentar reducirle para poder atenderle, dio una fuerte patada a un técnico del 061 (un conductor), que sufrió una fractura de costilla. Finalmente, los agentes de la Guardia Civil lograron sujetarle.

El Servicio de Salud puso en marcha el protocolo para estos casos, que incluye apoyo jurídico y psicológico al profesional agredido.

Desde la reforma del Código Penal de marzo de 2015, el personal del sistema sanitario público es considerado «autoridad pública» y la pena por agredir a un profesional puede alcanzar hasta cuatro años de prisión. De hecho, el trabajador agredido decidió denunciar, a través del Servicio de Salud, y el resultado de este proceso es la condena dictada el pasado 4 de noviembre.

Los profesionales que sufren agresiones pueden comunicarlas al Ib-Salut o bien pueden además interponer una denuncia y la Abogacía de la Comunitat Autònoma les da el respaldo legal total para iniciar un proceso judicial.

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