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El centro temporal de baja exigencia de Ibiza empieza a acoger a personas sin hogar a la espera de es Gorg

El espacio, ubicado en el exterior del recinto ferial, cuenta con capacidad para 56 usuarios

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Centro de baja exigencia de sa Joveria. Vicent Marí

El centro temporal de baja exigencia de sa Joveria, habilitado en el exterior del recinto ferial, acogerá a sus primeros usuarios esta semana, según ha afirmado este lunes la consellera insular de Bienestar Social, Carolina Escandell, durante la multitudinaria inauguración del espacio. El centro, que gestionará durante dos años la Fundación SAMU, tiene capacidad para 56 personas, aunque estará abierto también para personas en riesgo de exclusión social que necesiten desayunar, ducharse o poner una lavadora. Todos ellos llegarán derivados desde los servicios sociales municipales.

Este recurso es el primero de baja exigencia de la isla de Ibiza, ha recordado Gustavo Gómez, coordinador de Cáritas Diocesana. Algo que la Mesa de Exclusión Social reclamaba desde hace quince años. De hecho, el definitivo, que se ubicará en la zona de es Gorg, lleva tiempo encallado y no se ha comenzado a construir. «Estamos cuadrando agendas con el Ayuntamiento de Ibiza para trabajar en el recurso definitivo. Tenemos hasta partida presupuestaria prevista», asegura Escandell. «Los trámites se alargan de forna indefinida», apunta, en su discurso, el delegado episcopal de Cáritas, Miguel Ángel Riera. «Vivir en la calle degrada a las personas, pierden su dignidad», continúa Riera, que lamenta que en unas islas «tan ricas» el déficit social sea, paradójicamente, «muy grande». El delegado asegura que Ibiza es la isla en la que se ven «más desigualdades».

El presidente del Consell de Ibiza, Vicent Marí reconoce que quince años esperando para un recurso de estas características «es demasiado tiempo» y reconoce, también, los retrasos que ha sufrido la construcción de este espacio provisional, cuyo coste ha asumido la institución, lo mismo que el 35% de lo que supondrá la gestión del mismo. El resto lo abonarán los ayuntamientos de forma prorrateada, en función de la población.

Características del centro

El centro cuenta con 777 metros cuadrados entre habitaciones, vestuarios, zona común y salas para los servicios que prestarán a los usuarios. Y unos 2.000 metros de jardín, además de un porche que da al sur. El Consell de Ibiza y los cinco ayuntamientos de la isla abonarán a la Fundación SAMU 2,6 millones de euros por la gestión del recurso: «Se ha hecho un contrato de dos años, de 1,3 millones por año. Lo normal serían dos años y dos años, pero es un servicio muy nuevo y queremos que si a lo largo de este año tenemos que hacer ajustes, tengamos margen para ello, sin estar condicionados por los plazos del contrato».

Plantilla

Más de 16 personas se ocuparán de prestar servicio a los usuarios del nuevo centro: un coordinador, un educador social, un trabajador social, un auxiliar de enfermería, 9,5 integradores sociales, dos trabajadores de limpieza y uno de mantenimiento, a los que habrá que añadir a los empleados de seguridad, que cubrirán las 24 horas del día. «Aunque el espacio sea provisional, la atención es definitiva», destaca Carlos González, director general de Fundación SAMU, en su discurso. .

En los próximos días comenzarán a entrar los usuarios, algo que se hará de forma escalonada para que los profesionales puedan «identificar perfectamente» la casuística de cada uno de ellos. Este mismo martes los servicios sociales de los cinco ayuntamientos de la isla comenzarán a coordinarse con los profesionales de la empresa adjudicataria del servicio «para que haya una entrada ordenada». Pensemos que son personas con perfiles complejos, cada una con sus necesidades, y tiene que haber una actuación bien estructurada», señala la consellera.

Aunque el centro tiene capacidad para 56 usuarios, de momento los servicios sociales municipales tienen alrededor de 40 personas susceptibles de ser usuarios de este recurso, explica la consellera, que recalca que el espacio no es propiamente dicho un centro de baja exigencia. «En realidad, es un centro polivalente de servicios sociales que actualmente se habilita como centro de baja exigencia para dar respuesta a las necesidades que tenemos hasta que esté el recurso definitivo», apunta. Así, cuando el centro de es Gorg se ponga en marcha, el Consell recuperará estas instalaciones. «Para mil iniciativas que hacen falta. En servicios sociales siempre se necesitan espacios», concluye.

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