«Las expectativas que tenemos es que los datos [de violencia de género y sexual contra las mujeres] de este verano van a ser muy duros, los datos del tercer trimestre de julio, agosto y septiembre lo reflejarán», así de contundente se mostró ayer la directora del Institut Balear de la Dona (IB-Dona) Maria Duran, en la presentación en Formentera de las Aules Feministes de Ibiza y Formentera que organiza esta entidad con la colaboración de los consells pitiusos y el Ayuntamiento de Ibiza entre el 8 y el 10 de septiembre.
Maria Duran recordó que ya habían advertido de que tras la pandemia se produciría un aumento de las denuncias y detenciones por casos de violencia de género o sexual. Este aumento también se registró en las llamadas telefónicas que recibió el IBDona en Balears, que en los primeros seis meses de este año sumaron 2.285, entre las que hubo 258 de Ibiza y 22 de Formentera. En este sentido avanzó que en colaboración con los consells han reforzado el servicio de acompañamiento a las mujeres víctimas de violencia. En este capítulo en Ibiza se realizaron 90 acompañamientos y en Formentera siete.
Duran afirmó que en ese periodo de tiempo «ha habido un aumento de un 22% de peticiones de ayuda y también hemos tenido un incremento de llamadas en los casos de violencia sexual». En estos casos explicó que ya aplican las medidas que tenían previstas poner en marcha en 2023: «Si lo piden acompañamos a las víctimas al hospital y hemos tenido dos casos en Formentera en los que hemos hecho ese acompañamiento y también lo ofrecemos ante la Policía para poner denuncia y al juzgado para declarar, hacemos un acompañamiento integral desde el IBDona, esas son nuestras competencias».
Detalló que el objetivo es «bajar el nivel de ansiedad y el estado emocional extremo», en el que se encuentran las mujeres víctimas de violencia», además de «explicarles lo que va a pasar y, después, lo que ha pasado respecto a las ordenes de protección, detenciones» u otras circunstancias que se pueden dar en cada caso.
Maria Duran dejó claro que «los datos de 2019, tanto de violencia sexual como en la pareja, eran más altos que los de éste, pero en 2022 son más altos que el pasado año y no digamos de 2020, donde el silencio fue impunidad para los maltratadores».
