Entre las críticas a la oposición, el conseller de Transportes, Javier Torres, destaca el estado en el que el equipo de gobierno se encontró la estación de Sant Antoni, que estaba pendiente de recepcionarse por el Consell. «Por la pandemia estuvo a punto de cerrar porque habían sufrido pérdida de ingresos por falta de publicidad. Nos adelantamos al problema y firmamos un convenio con la empresa que gestionaba la estación para poder mantenerla abierta y vimos que había otros problemas estructurales», explica.
«El gobierno anterior no asumió esta responsabilidad y nosotros hemos invertido más de 150.000 euros. Hemos mejorado cuestiones que reclamaban los conductores, como tener el baño abierto mientras estuvieran operativos. Antes la estación estaba abandonada», añade.
También carga contra el Ayuntamiento de Ibiza, al que acusa de no informar de las consecuencias que tienen las obras que están llevando a cabo en la ciudad. «Pedimos que nos avisaran porque afectan sobre el transporte y nos hemos encontrado con calles cerradas sin aviso», lamenta.
Asimismo, recuerda que el Consell ha presentado un proyecto de más de seis millones para mejorar las marquesinas que son de su competencia.
