El año 2022 está siendo especialmente gratificante para Lina Tur Bonet, que desde el pasado mes de abril es titular de las cátedras de violín y viola barrocos en la Musikhochschule Franz Liszt de Weimar. Para la reconocida violinista ibicenca, que estudió en Alemania, «es un gran honor y un lujo» ser profesora universitaria en el corazón cultural de este país y en una de las ciudades más musicales de toda Europa. En Weimar, recuerda, residió Johann Sebastian Bach, su gran «referente musical, humano y artístico».
Se da la casualidad también de que Lina Tur ha comenzado a trabajar en esta prestigiosa escuela superior de música cuando se cumplen 150 años de su fundación. Poder participar en esta celebración ha sido para ella «muy emotivo» porque Franz Liszt , impulsor de este centro, era uno de los compositores y pianistas favoritos su padre, Antonio Tur, que fue quien le dio sus primeras lecciones de música siendo muy pequeña.
Formar parte de la nómina de profesores de la Musikhochschule Franz Liszt de Weimar no fue nada fácil. «El proceso de selección fue largo y muy complicado», reconoce la violinista tras explicar que «a esta oposición se presentan músicos de toda Europa».
La artista ibicenca, que lleva mucho años dando clases en España y de hecho lo sigue haciendo una vez al mes en la Escuela Superior de Música Reina Sofía, en Madrid, asegura que la experiencia de ser profesora en Alemania «es incomparable». «La diferencia con España es abismal. En Alemania, a pesar de que ahora se están haciendo muchos recortes, el Gobierno se ocupa y se preocupa por la enseñanza y la cultura. Un director de conservatorio allí tiene muchas más posibilidades», asegura. «Llegas a Alemania y todo son facilidades para hacer proyectos y continuar investigando. Además, el nivel de los profesores y los alumnos es muy alto. Te sientes con mucha libertad para hacer cosas interesantes para ellos y para ti misma», añade.
Tur Bonet compatibiliza su trabajo como profesora en Weimar con sus conciertos como solista, como concertino de Jordi Savall y con su grupo MUSIca ALcheMica. Apenas le queda tiempo libre a la violinista, que en julio, tras finalizar el curso académico, estuvo una semana de vacaciones en Ibiza.
Para poder seguir cultivando sus facetas como directora y violinista, Lina Tur requiere de «mucha organización». El tiempo le cunde y prueba de ello es que este año ha sacado dos discos.
Un disco de obras de Maurice Ravel
El pasado mes de abril lanzó con MUSIca ALcheMIca ‘Biber Sonatas’ y hace unos días, el pasado 5 de agosto, salió ‘À Moune’, dedicado a obras de Maurice Ravel. Le acompañan en este trabajo el pianista Pierre Goy y el violonchelista Marco Testori, con el que tocó en septiembre del año pasado en el Museu d’Art Contemporani d’Eivissa(MACE).
Verano es tiempo de festivales y conciertos y en la agenda de la violinista ibicenca hay unos cuantos programados. Hoy mismo viajará a Noruega para ofrecer un concierto como directora y como solista este sábado, 13 de agosto, en el Aula Magna de la Universidad de Oslo. Después regresará a España para actuar el 15 de agosto en el Real Monasterio de Santes Creus (Tarragona) en el Festival Jordi Savall. Además, Lina Tur tiene previstas actuaciones en Israel y en Colombia.
«Es muy inspirador trabajar codo con codo con Jordi Savall»
Desde hace un año, Lina Tur Bonet toca como concertino con Jordi Savall. Trabajar codo con codo con el reconocido violagambista, director de orquesta y musicólogo catalán es para la violinista ibicenca un verdadero privilegio. Él, recuerda, siempre ha sido «uno de sus referentes», además de «uno de los culpables» de que se dedicara a la música antigua. La directora e intérprete, que compatibiliza violín moderno y barroco, asegura que «es muy emocionante e inspirador» ser la persona de confianza de Savall, con el que tiene «mucha afinidad». «Es una maravilla trabajar con él a nivel humano y a todos los niveles. Además, me reafirma en mis ideales y en lo que pienso sobre la música. La experiencia es todavía mejor de lo que esperaba», asegura.
