El reglamento de los huertos urbanos del Ayuntamiento de Ibiza impedirá que se usen abonos o fertilizantes químicos que no cumplan los criterios de la agricultura ecológica y contempla cobrar a los usuarios que se excedan en el consumo de agua para el riego. Estos terrenos públicos para uso agrícola se están preparando en la finca de Can Tomeu y constarán de un total de 49 parcelas, a las que podrá optar cualquier residente en el municipio.
El conjunto de normas de funcionamiento de esta área para cultivos se encuentra en exposición hasta el 14 de junio. En caso de no presentarse alegaciones, tras este trámite podrá iniciarse el proceso para solicitar la explotación de alguno de los terrenos por dos años, prorrogables por otros dos siempre y cuando no se renuncie a la autorización.
El proyecto constará de 42 parcelas individuales, seis para asociaciones y una destinada a talleres formativos
El proyecto se desarrolla en un área de 3.806 metros cuadrados, que se dividirá en 48 parcelas individuales, de entre 30 y 50 metros cuadrados cada una, y otra de 345 metros cuadrados destinada a talleres divulgativos y formativos. Seis de estos huertos quedan reservados para asociaciones del ámbito del bienestar social, mientras que los 42 restantes serán para uso particular de los candidatos seleccionados en el proceso y se distribuirán por franjas de edad.
Así, inicialmente, se prevé adjudicar el uso de 14 parcelas a personas de entre 18 y 40 años, el mismo número para vecinos de entre 41 y 64 y otra fracción idéntica para mayores de 65 años. En caso de que no se completara la demanda en alguno de estos tres segmentos, el huerto vacante se destinaría al siguiente grupo de edad por orden rotativo, según precisa el reglamento.
Condiciones
La duración de cada una de estas licencias será de un máximo de cuatro años. No obstante, las personas que hayan explotado una parcela podrán seguir optando a ella si hay más oferta que demanda de usuarios. Eso sí, siempre y cuando cumpla con todas las normas de funcionamiento, como seguir los criterios de la agricultura ecológica en los cultivos.
De esta manera quedan vetados los productos fitosanitarios artificiales, como herbicidas y plaguicidas, y solo se permitirán abonos orgánicos.
Quedan prohibidos los cultivos que no se destinen al consumo humano, salvo aquellos que sirvan para prevenir plagas
Además, quedan expresamente prohibidos los cultivos que no se destinen al consumo humano y aquellos que «ocasionen efectos tóxicos, psicotrópicos o estupefacientes», subraya el texto normativo. Sí que se permite una excepción con aquellas plantas que, aunque no se coman, se destinen a controlar plagas.
Podrá participar en este proceso de selección para las parcelas individuales cualquier vecino de Vila, empadronado con una antigüedad mínima de un año y sin deudas tributarias. Los adjudicatarios serán los responsables de cumplir con las normas de funcionamiento y los gastos de la explotación agrícola, aunque podrán nombrar a un colaborador autorizado para participar en estas labores.
Riego
El Ayuntamiento también fija un horario para cuidar del huerto, que abarca de ocho de la mañana a siete de la tarde desde noviembre a abril, mientras que de mayo a octubre se amplía hasta las nueve de la tarde. Además de las parcelas, se habilitará una zona de descanso con mesas de picnic y sombrajos, baños, almacén y zona de compostaje.
Todos estos agricultores podrán regar, sin coste añadido, con un caudal máximo de 42.840 litros al año en las parcelas de 35 metros cuadrados y de 61.200 en las de 50 metros. En caso de sobrepasar este consumo, deberán pagar el agua al precio tarifado en ese momento.
El proyecto de huertos urbanos en Can Tomeu cuenta con un presupuesto de 270.000 euros, financiados conjuntamente por el Ayuntamiento de Ibiza y los Fondos europeos de desarrollo regional (Feder).
