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Un hotelero de Ibiza denuncia que está perdiendo clientes por las molestias de unas obras

Critica que el bando de obras, que entrará en vigor en junio, no obligue a paralizar los trabajos

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Un hotelero de Ibiza denuncia que está perdiendo clientes por las molestias de unas obras Vicent Marí

Un año después, el propietario del establecimiento turístico White Apartments Ibiza, en Platja d’en Bossa, denuncia de nuevo las molestias que están causando las obras de construcción de una promoción de viviendas en un solar situado justo al lado. El empresario Joan Ferré asegura que el ruido ya ha provocado la pérdida de algunos clientes. «Ya hemos registrado cancelaciones. Se trata de personas que nos han reclamado la devolución de su dinero y se han marchado. La gente quiere estar en la piscina sin soportar el ruido de unas obras», afirma.

Vista de las obras del edificio desde la calle. | V. M.

El establecimiento turístico ha abierto sus puertas esta semana con el ruido de fondo de las obras, que están pegadas a la terraza y la piscina. «Hace unos días hubo un estruendo excepcional, pero desde entonces el repicar de martillos es constante», indica.

Las molestias no se limitan sólo al ruido. Ferré avisó ayer a la Policía Local después de encontrarse las hamacas de la terraza de la piscina manchadas de hormigón. «Es indignante», señala. Los agentes hicieron fotos e informaron al responsable de la construcción de que deben tomar medidas para no ensuciar las instalaciones del establecimiento colindante. Ferré evidencia, además, su preocupación porque, según la información que el responsable de la obra trasladó a la Policía Local, en los próximos días se levantará otra planta y, para ello, se inyectará hormigón.

Pese a que la temporada turística ya ha empezado, el bando municipal que aprueba cada año el Ayuntamiento de Ibiza para minimizar las molestias de las obras en zonas turísticas no entrará en vigor hasta junio (finaliza el 30 de septiembre). No se obliga a paralizar la construcción, pero se obliga a que los trabajos no empiecen antes de las 10 horas, y finalicen a las 18 horas. Sí se prohíben aquellas obras que «de forma inevitable», supongan «un alto nivel de sonoridad», como la cimentación o el levantamiento de estructuras o el uso de sierras radiales o martillos neumáticos.

«No podemos estar así»

Ferré explica que tiene registradas «muchas reservas» ante lo que parece que va a ser «una temporada espectacular». «No podemos estar así. El cliente no quiere saber nada de obras, y tampoco le puedes explicar que el bando municipal se aplica a partir de junio», destaca.

Además, el propietario del establecimiento recuerda que antes, en verano, «se paralizaban las obras». «No entiendo qué interés tiene el Ayuntamiento en que continúen en perjuicio de la actividad turística», afirma el empresario, al tiempo que puntualiza que durante los meses más duros de la pandemia del covid el sector de la construcción podía trabajar, cuando los hoteles, restaurantes y otros sectores se vieron obligados a paralizar su actividad.

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