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Música

Problemas de suministro en las tiendas de música de Ibiza: cuando conseguir un teclado es casi misión imposible

La falta de componentes electrónicos ha provocado problemas de suministro a las tiendas de instrumentos musicales de Ibiza, que llevan meses esperando recibir algunos modelos de guitarras eléctricas, pianos digitales, cajas de ritmos o altavoces

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Problemas de suministro en las tiendas de música de Ibiza: cuando conseguir un teclado es casi misión imposible

«Pedí un piano digital Yamaha en marzo de 2020 y no llegó hasta finales de 2021». Este comentario de Ruth Marí Marí, dependienta de Casa Martí, ilustra muy bien los problemas de suministro que están padeciendo desde hace tiempo las tiendas de instrumentos musicales, en Ibiza y en el resto de España. Los retrasos afectan fundamentalmente a los productos que tienen componentes electrónicos.

En Casa Martí, Ruth Marí lleva «mucho tiempo» sin dar a sus clientes «fechas de entrega» para determinados instrumentos, en especial pianos digitales y guitarras eléctricas. «Todo lo que tiene componentes electrónicos lleva mucho retraso y hay que pedirlo con mucha antelación», explica. «Hay un modelo de Fender Squier que pedimos el 10 de junio de 2021 y que todavía no hemos recibido», cita como ejemplo la dependienta de Casa Martí.

Este negocio de Vila no solo se ha quedado sin existencias de buen número de instrumentos digitales. Tampoco ha podido vender durante un buen periodo de tiempo otros productos que no requieren de chips como «las cuerdas guitarra», de las que ahora sí hay disponibilidad.

Ruth Marí Marí, dependienta de la tienda de instrumentos musicales Casa Martí, en Eivissa. JA RIERA

Retrasos de hasta un año

Una situación muy similar la está viviendo Musicasa, también en el municipio de Ibiza. Aunque este negocio no tiene, en general, carencias en lo que se refiere a guitarras eléctricas, sí que sufre problemas de suministro con «altavoces activos, teclados, cajas de ritmos, mezcladores e incluso con determinados tipos de piano». «Pedí un altavoz ayer (por el lunes 10 de enero) y hasta finales de abril no lo tendré y, sabiendo que la situación era complicada, encargué el pasado mes de agosto unos teclados con la idea de ponerlos a la venta para Navidad y todavía los estoy esperando», afirma Juan Carlos Escandell, responsable de la tienda de Musicasa en Ibiza. «La mitad de las fábricas no pueden servir los instrumentos musicales porque les faltan los componentes electrónicos que proceden de China», explica. Por ejemplo, comenta Escandell, en mayo de 2021 pidió para una clienta un mezclador Pioneer que finalmente no pudo vender porque la fabricación de este modelo está pendiente de «un microchip que tiene que venir de este país oriental». «No es que no tuviese yo ese mezclador, es que no lo encontré ni en España, ni en Inglaterra, ni en Alemania, lo que pone de manifiesto que este problema de suministros es global», asegura.

Juan Carlos Escandell con un mezclador en Musicasa, en Eivissa. J.A Riera

«La falta de materias primas» y «problemas en el transporte» son algunos de los factores que cita Escandell para explicar por qué se están produciendo estos retrasos, que, como recuerda Ruth Marí, de Casa Martí, tienen su germen en el estallido de la crisis del coronavirus, que forzó al confinamiento de ciudadanos y al cierre temporal de fábricas.

Si en circunstancias normales los pedidos tardarían en llegar a las tiendas de música de Ibiza entre cuatro y diez días, dependiendo de si proceden de la península o el extranjero, en la actualidad, ese periodo, en el caso de los instrumentos digitales, se alarga a meses e incluso a más de un año.

Casa Martí y Musicasa capean el temporal como pueden explicando a los clientes la situación e intentando ofrecerles alternativas con productos de las marcas que sí tienen en stock. La gran mayoría se muestra comprensivo y se resigna a esperar.

Como resalta Escandell, desde que estalló la crisis del coronavirus «la cosa se ha puesto difícil». «Primero fue la pandemia y el confinamiento total, luego la crisis económica, que afectó especialmente al sector musical, y ahora que parecía que veíamos la luz al final del túnel y que la cosa se animaba resulta que no podemos vender porque hay escasez de componentes electrónicos», se queja.

Clientela fiel

Tanto Escandell como Marí mencionan, además, el daño que hacen al pequeño comercio plataformas de compra online como Amazon. Ante una competencia tan dura, estas tiendas luchan con un trato al público exquisito y «ofreciendo precios lo más competitivos posible». «Ganas menos, pero al menos vendes», señala Escandell. «La ventaja con la que contamos es que tenemos clientes muy fieles», señalan tanto el encargado de Musicasa como la dependienta de Casa Martí.

A pesar de estos problemas de suministros, las dos tiendas de instrumentos musicales de Ibiza aseguran que las ventas han ido bien durante esta campaña navideña. «No hemos vendido tanto como en los años previos a la pandemia pero sí que ha habido un poquito más de alegría», asegura Escandell.

La escasez de componentes electrónicos, sin embargo, no ha afectado al negocio de Eki Hoffmann. El luthier fundador de Formentera Guitars explica que, de momento, en su almacén tiene suficiente material para seguir haciendo guitarras y bajos eléctricos de alta gama. «Siempre compro pensando en largo plazo y tengo un espacio grande para almacenar todo lo que necesito. Además, suelo hacer las compras en Alemania», explica. El pasado mes de noviembre, señala, se encargó de adquirir todo lo que necesitaba para la próxima temporada. «Yo no he tenido problemas pero algunos de mis vendedores sí me han explicado que les faltan determinados componentes del hardware de las guitarras eléctricas y que, por el momento, no saben tampoco cuando dispondrán de este material porque viene de China», comenta.

El ukelele le roba terreno a la flauta dulce

El confinamiento ha animado a mucha gente a cumplir sueños aplazados, como aprender a tocar un instrumento musical. De eso ha sido testigo en Eivissa Casa Martí, donde, desde que reabrió sus puertas en mayo de 2020 después de un parón durante el estado de alarma, empezaron a acudir «muchos nuevos músicos que habían comenzado con el piano o la guitarra durante los meses de confinamiento». Lo explica la dependienta Esther Marí Marí, antes de comentar que desde 2020 se ha notado «un aumento muy grande de la demanda de ukeleles». Según explicó, es el instrumento por el que han optado en la asignatura de música en muchos centros educativos de Eivissa, en lugar de la tradicional flauta dulce, que al ser un instrumento de viento, entraña más riesgo de contagio de covid. 

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