Unos 600 escolares de cinco centros escolares del municipio de Santa Eulària han asistido a las 24 representaciones que el Guerrero de la Limpieza ha realizado junto con su fiel compañero Chicletín. Entre el 20 de octubre y el 25 de noviembre, el popular personaje ha desempeñado la misión de enseñarles de manera didáctica cómo reciclar correctamente los residuos que generan en sus hogares, mantener la limpieza del municipio y cuidar del entorno.

Hasta la fecha, el Guerrero de la Limpieza ha visitado los colegios Sant Ciriac, Vénda d’Arabí, Puig d’en Valls, Sant Carles y Nostra Senyora de Jesús, gracias a la colaboración entre Herbusa y el Consistorio. La campaña tiene como objetivo unir el aprendizaje y la diversión para que los más pequeños lideren en sus hogares los pasos para ser respetuosos con el medio ambiente. La concejala de Medio, Mónica Madrid, quien asistió a la representación del pasado 25 de noviembre en Jesús, destaca la importancia de la educación en materia medioambiental a estas edades. «Es vital que los más pequeños tengan conciencia medioambiental, ya que es algo que introducirán en sus rutinas y no les supondrá un sacrificio», asegura.

Al acto también asistió la concejala de la parroquia de Jesús, Marilina Bonet e insistió en la pedagogía: «Estamos en un momento crucial para la sociedad, en la que nos estamos planteando nuestros modelos de gestión de residuos. Es muy importante esta parte educativa, ya que es mucho más eficiente generar menos residuos y tratar correctamente los que tenemos que no buscar alternativas con mucho más impacto en nuestros pueblos», apunta.

Durante toda la campaña, el Guerrero de la Limpieza tiene una misión: contar a los pequeños, a través de trucos de magia y juegos, la forma correcta de separar los residuos en casa, además de deshacerse correctamente de los chicles, la importancia de recoger los excrementos de los perros y de cuidar de las playas, entre otros temas. El personaje, además, repartió a cada niño en los centros escolares unos imanes de nevera creados con su imagen en los que se pueden ver los colores y tipos de contenedores en los que pequeños y mayores deben depositar cada residuo, con el objetivo de que transmitan el mensaje en sus casas y así formar parte de su patrulla de la limpieza.

Las actuaciones van dirigidas a niños de educación infantil y primaria de entre 4 a 7 años.