El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha informado favorablemente el proyecto del segundo enlace eléctrico entre las Pitiusas promovido por Red Eléctrica Española (REE). Pero como suele suceder con obras de semejante envergadura, ha impuesto una serie de ‘condiciones generales’ (en concreto, 42) con el objetivo de garantizar que las obras se llevan a cabo respetando el medio ambiente.
El proyecto de nueva interconexión eléctrica entre las Pitiusas incluye el despliegue de dos enlaces de 132 kV entre la nueva subestación en construcción de Formentera y la subestación existente de Torrent, en Ibiza, en proceso de ampliación, informa la empresa encargada de la distribución del suministro eléctrico.
El enlace cuenta con un tramo submarino de 27,15 kilómetros y una profundidad máxima de 62 metros, mientras que el tramo terrestre es, en Ibiza, de 5,26 kilómetros y en Formentera, de 4,8 kilómetros. En ambos casos, el trazado es soterrado y discurre en su práctica totalidad por zonas de titularidad pública anexas a vías, carreteras y caminos existentes.
En mayo de 2019, el Ministerio para la Transición Ecológica aceptó la modificación del trazado de entrada en Formentera propuesto por el Consell de esta isla. La institución insular solicitó la modificación del proyecto original para evitar cruzar las aguas del Parque Natural de ses Salines, con afectación a las praderas de posidonia, ya que su entrada estaba diseñada por es Pujols. Además, el tendido por tierra era complicado hasta llegar a es Ca Marí.
El trazado aceptado evita la zona protegida y entra por la costa de es Carnatge, lo que implica un aumento en la longitud del tendido submarino.
De hecho, en la resolución en la que informa de la aprobación del Informe de Impacto Ambiental, publicada ayer en el BOE, el Ministerio indica: «A la vista de la evaluación ambiental practicada, el proyecto deberá desarrollarse según la alternativa de aterraje en Formentera CF1, que deberá respetar las condiciones establecidas en la presente declaración».
El trazado alternativo
Se refiere a la opción planteada por el Consell, y lo detalla en sus ‘condiciones generales’: «En conclusión, se considera que la alternativa de aterraje con menor impacto ambiental, con sus correspondientes trazados terrestres y marinos es CF1, al minimizar la afección sobre espacios naturales protegidos, hábitats de interés comunitario y las praderas de posidonia».
El trazado inicial, de 2015 y rechazado por el Consell, atravesaba el Parque Natural y la reserva marina de es Freus «en una longitud aproximada de seis kilómetros, además de 575 metros de praderas [de posidonia], la mayoría de ellos cartografiados como hábitat de interés comunitario prioritario», recuerda el Ministerio.
Además, y en consideración a las praderas de esta planta marina protegida, el Ministerio obliga a REE a «llevar a cabo la restauración de los 214 metros cuadrados (...) afectada en el tramo costero de Ibiza (...) sobre la base de una cartografía previa específica de las zonas afectadas y según un plan específico de replantación que será adecuadamente tramitado ante los órganos ambientales competentes».
Además, en estas condiciones se advierte a REE: «Se prohíbe efectuar vertidos, de cualquier naturaleza, al mar. Durante la ejecución de las obras y las posteriores tareas de mantenimiento de la infraestructura, se tenderá a una generación mínima de residuos y se evitará totalmente la generación de basuras marinas, gestionando adecuadamente en tierra todos los residuos cuya generación sea inevitable».
Limitaciones de trabajo
También impide trabajar «en el medio terrestre en la época de primavera y verano, coincidiendo con la época más sensible para la fauna», y «ejecutar las obras en el tramo submarino paralelo al islote de s’Espardell entre los meses de marzo y junio (ambos incluidos), por coincidir con el periodo de cría de la pardela balear».
También advierte sobre las nacras: «Si se localizan ejemplares vivos de nacra se georreferenciarán y se contactará con la subdirección general de Biodiversidad Terrestre y Marina, con la conselleria de Medi Ambient, con el IEO y con el Imedea-CSIC, a efectos de coordinar y establecer medidas para asegurar la protección de la especie, entre las que puede considerarse su translocación».
Inicio de los trabajos relativos al trazado después del verano
El nuevo enlace pitiuso «reforzará la garantía de suministro de la isla de Formentera». Según informó ayer Red Eléctrica Española, la autorización del Informe de Impacto Ambiental permite programar los trabajos relativos al trazado del enlace e iniciar después del verano las obras asociadas al recorrido terrestre de la interconexión en sus tramos en Ibiza y Formentera, una vez culminen los trámites administrativos que incluyen además la ocupación de bienes de Dominio Público Marítimo Terrestre.
Con un presupuesto de 95,8 millones de euros, el nuevo enlace eléctrico pitiuso reforzará la garantía de suministro de la isla de Formentera, actualmente unida a Ibiza por una interconexión eléctrica de doble circuito a 30 kV, explica REE en una nota.
Además, permitirá «alimentar en todo momento la demanda eléctrica de la isla de Formentera y hará posible que la isla y el sistema eléctrico balear en su conjunto avancen en la transición energética».
Con el objetivo de acelerar los plazos para el despliegue de esta infraestructura, la compañía explica que ya ha suscrito con la empresa Prysmian Group el contrato de adjudicación para la fabricación e instalación de los cables de los dos circuitos que formarán parte de la interconexión. Además, desarrolla las obras de construcción de la nueva subestación de Formentera y la ampliación de la subestación de Torrent en Ibiza, situadas en los dos extremos del futuro enlace.
