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El paraíso holandés en Ibiza se llama Cala Vedella

Los comercios y restaurantes de esta zona de Ibiza prevén una buena temporada y destacan a los visitantes de los Países Bajos, que se han convertido en su principal clientela junto con alemanes y franceses

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El paraíso holandés en Ibiza se llama Cala Vedella

Cala Vedella es una de las zonas de la isla que menos ha notado las restricciones de Reino Unido, porque la gran mayoría de los turistas que se hospedan en esta zona son holandeses. Además, algunos residentes dicen que Cala Vedella es un paraíso que muy pocos conocen, pero cuando los turistas vienen, siempre quieren volver. «Muchas veces doy la bienvenida a los visitantes diciendo: bienvenidos a Cala Vedella, bienvenidos al paraíso desconocido de la isla», explica José Fernández, encargado del Vedella Beach Bar by Jordi and Coco.

Los dueños de los establecimientos de Cala Vedella dicen que están muy contentos porque no esperaban que viniera tanta gente. Pascual Ripa, que trabaja de hamaquero en la playa desde hace seis años, explica esperanzado: «Desde hace un mes, más o menos, ha empezado a venir la gente y ha venido mucha más de la que todos nos esperábamos».

La gran mayoría del turismo que acude este año a la cala son familias de los Países Bajos . «Una de las cosas buenas que nos ha pasado es que nosotros no dependemos mucho del turismo inglés. A esta zona vienen bastantes holandeses y además suelen ser familias que consumen en los bares y compran bastante en las tiendas. Antes solo venían alemanes, poco a poco la cosa ha ido cambiando», cuenta Cristina Viladoms, dueña de la tiendecita Boutique el Zoco.

En el establecimiento Vedella Beach Bar by Jordi and Coco, su encargado José Fernández atiende una mesa. Vicent Marí

Otra de las características por las que luce Cala Vedella, es por no tener una gran cantidad de hoteles cerca, como sí ocurre en otras calas de Ibiza. «La mayoría de nuestro turismo es de segunda residencia, en ese caso algunos sí son ingleses que trabajan en la isla en verano. Pero en su gran mayoría son holandeses y algunos alemanes y franceses. Esto consigue que en la cala haya más vida, no es una zona hotelera», sigue explicando José Fernández.

Un turismo respetuoso

Los propietarios y trabajadores de los comercios y restaurantes de Cala Vedella también aseguran, que gracias al turismo familiar que acude a la zona, es muy fácil la convivencia entre turistas y residentes, sobre todo en estos momentos de crisis sanitaria. José Fernández remarca satisfecho: «Estamos muy agradecidos con el tipo de turismo que viene a Cala Vedella, es gente muy concienciada: no fuman en la terraza, respetan las normas, no se quejan por usar la mascarilla y entienden el momento delicado en que estamos pasando todos, muchos tienen puestas las vacunas. Además, es un turismo con el que los residentes tenemos muy buena relación, no ensucian la playa y no hacen un ruido excesivo. La realidad es que, por suerte, nos lo están poniendo muy fácil».

«La familias que vienen están muy concienciadas, respetan las normas y no ensucian, hay muy buena relación»

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Pero, aunque los trabajadores de los establecimientos de Cala Vedella afirman que la temporada va ‘viento en popa’, todos siguen expresando miedo cuando piensan en el futuro. Juan Pedro Trinidad, del restaurante Can Jaume, explica que en su caso abrieron a principios de mayo cuando la temporada era muy floja. «Nos planteamos cerrar el restaurante hasta que realmente empezaran a venir los turistas. Al final, la cosa ha remontado mucho porque actualmente tenemos cada día casi el cien por cien de las reservas. Pero aunque todos estemos esperanzados, el miedo de que vuelvan a cerrar fronteras o que la situación empeore sigue existiendo». Por eso, los trabajadores de Cala Vedella creen que si la situación sanitaria no empeora, este verano podrán remontar y vivir, casi con normalidad.

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