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Turismo británico

Sant Antoni: a la espera del turista británico... o no

Muchos negocios esperan a que lleguen más turistas del Reino Unido para abrir mientras aumenta en la zona la presencia de visitantes de otros mercados, como el holandés o el francés

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Sant Antoni, a la espera del turista británico Toni Escobar

Los pequeños empresarios de Sant Antoni se mantienen a la expectativa. Esperan una llegada masiva de británicos aunque desde el inicio de la pandemia han notado una diversificación en el tipo de turistas que recibe el municipio, en el sentido en que ha trabajado parte del sector hotelero. La patronal valora las inversiones que se han hecho en la planta hotelera para aumentar la calidad de la oferta en la localidad.

Los negocios del núcleo urbano de Sant Antoni no perciben por el momento una mejora de la actividad económica respecto a la semana pasada. La llegada de visitantes del Reino Unido todavía es muy reciente y algunas empresas siguen funcionando por debajo del 50% respecto a la etapa precovid. Actualmente, las nacionalidades de los turistas que eligen la zona son muy heterogéneas, pero de momento resultan insuficientes para salvar la temporada de muchas pymes ante la ausencia masiva de británicos.

«Por ahora el número de turistas sigue estable, igual que la semana pasada», confirma Francisco Martínez Zavalía, trabajador de la agencia de turismo Berli Cruiser, que abrió el 10 de mayo. «Estos días ha venido a la agencia algún británico, pero todavía son muy pocos para Sant Antoni. Antes del covid eran el turista principal para este negocio y para el municipio», señala. Sin embargo, durante las dos temporadas con covid el paradigma ha cambiado y ahora hay una mezcla de nacionalidades, sin predominio de unas sobre otras: «Este año hay sobre todo alemanes, belgas, holandeses y franceses», añade Martínez Zavalía, que calcula que las ventas de su negocio se sitúan ahora mismo alrededor del 50% con respecto a antes de la pandemia. Por lo tanto, esta disparidad de mercados no parece suficiente para paliar la falta de británicos en el núcleo urbano de Portmany.

Francisco Martínez. Toni Escobar

Concluye que «la situación se resume en una palabra: ‘expectativa’». «Lo que se espera es trabajar mucho en julio y agosto y que septiembre se convierta en el mayo que no fue», subraya.

José Luis Torres, por su parte, camarero encargado del restaurante ‘La Cantina Portmany’, apunta que facturan un 70% menos de lo habitual a estas alturas del verano: «Ahora empezamos a ver algún británico y se nota que por lo menos la gente tiene esperanzas de que vendrán más, porque están abriendo negocios, pero ya veremos qué pasa», añade Torres mientras prepara desayunos.

Cristina González Toni Escobar

Según Juanjo Planells, vicepresidente de la Asociación de Hoteleros de Sant Antoni y Bahía, la apuesta del municipio va en la buena dirección: «Hemos trabajado mucho en el cambio de modelo para atraer nuevos mercados, segmentos de población y productos». «La transformación de Sant Antoni como destino comienza a verse, aunque quede mucho trabajo por hacer», destaca Planells, que recuerda que antes era «impensable» ver a turistas de tantas nacionalidades en el municipio. Aunque admite que «dependen del mercado británico», matiza que «cada vez menos».

En este sentido, valora el trabajo que han hecho los hoteles para mejorar la oferta: «La planta hotelera de Sant Antoni es una de las que más ha invertido de la isla, llegando a los 20 millones de euros en reformas y renovaciones de las instalaciones», remarca. También pone en valor que el municipio ya cuenta con tres hoteles de cinco estrellas y que varios de dos o tres han subido a las cuatro.

Coincide con Ana Gordillo, presidenta de la misma asociación y de la Federación Hotelera, que destaca que los hoteles tanto de Sant Antoni como de la bahía llevan alrededor de ocho años invirtiendo en un cambio en la oferta: «En la zona de Cala Gració, por ejemplo, se están abriendo hoteles de cuatro y cinco estrellas, y tanto en Sant Antoni como en la bahía tenemos un producto y un cliente de calidad».

Asimismo, celebra que el municipio haya conseguido «diversificar» los mercados. «Tenemos muchos españoles, italianos y holandeses, las inversiones que se han hecho muestran este cambio de modelo que estamos consiguiendo», destaca.

Pepita Prats, responsable de la oficina de turismo de Sant Antoni, señala que el sector «está a la espera de que la situación vaya a mejor» y que aunque hay pocos británicos, antes del veto «también había algunos». «Ahora tenemos muchas más consultas telefónicas sobre los requisitos sanitarios para viajar a Ibiza por parte de personas de muchos países», principalmente españoles, apunta Prats. De hecho, señala que «es de cajón» que la diversificación de los mercados emisores es positiva.

José Luis Torres. Toni Escobar

Cristina González, trabajadora de Jet Ski (empresa que ofrece todo tipo de actividades en el mar), cree que Sant Antoni tiene una «gran oportunidad». «Este es el momento de cambiar de tipo de clientes para que vengan, por ejemplo, más familias», cuya presencia, junto a la del turismo de parejas, ya han comenzado a notar en este negocio.

Andrés Giannico es el responsable de la embarcación ‘Salvador Ibiza’, que organiza excursiones de paddle surf, kayak y snorkel, y asegura que trabajan sin el mercado británico: «Tenemos muchos clientes de Bélgica, Francia, Alemania y Holanda, como el año pasado», explica. Aun así, matiza que muchos de sus clientes están alojados en otros municipios de la isla.

«Como nosotros no ofrecemos motos de agua o un deporte de adrenalina, que es lo que suele buscar el turista inglés de la zona, con nuestro producto siempre hemos trabajado con otros mercados», añade Gianniaco.

Iluh Mariani, que trabaja en un souvenir del Passeig de ses Fonts, ha notado un aumento de turistas en Cala de Bou, no tanto en su zona, algo que confirma su compañera Mar Plaza. Según la agencia Neobookings, el turismo británico está llegando sobre todo a la bahía.

Gordillo cree que esto es señal de que con la oferta que se está creando en la bahía o en Cala Gració, además de en el centro de Sant Antoni, se genera esta nueva demanda. «Es muy bueno el cambio que se está produciendo en estas zonas a raíz de una apuesta decidida del sector privado», añade.

De momento la temporada sigue pendiente del desarrollo de la pandemia y de la llegada de más turistas.

Juanjo Planells advierte de que aunque la demanda del mercado británico se reactivase tras la inclusión de Balears en el semáforo verde de Boris Johnson, esto no puede verse trasladado inmediatamente en los datos de ocupación, por lo que desde la Asociación de Hoteleros de Sant Antoni y Bahía calculan que no será hasta el 10 de julio cuando se logre una «buena ocupación del mercado británico».

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