«No ha sido una mala Navidad» para Vicent Roig, dueño de A Tot Pedal. Pero habría sido mejor si hubiera tenido bicis. Porque apenas tenía existencias de uno de los objetos más regalados en estas fechas, la bicicleta. Debido a «un problema de stock de sus componentes», las marcas que las fabrican están a medio gas y han reducido drásticamente las entregas. Roig sólo ha podido vender 11 desde mayo, y medio centenar de sus clientes aguardan las que pidieron, que llegan «con cuentagotas». Roig se ha limitado a vender relojes, gafas, cascos, zapatillas y maillots, y a arreglar montones de velocípedos en su taller. Lástima, dice, que no tenía en su tienda, casi vacía, ni una para niños. Cerca, en la Boutique de la Bici, optaron por cerrar desde el 24 de diciembre al 4 de enero por ese motivo, según explican los hermanos Paco y Vicente Salazar, en cuya tienda sólo hay ahora las que reparan. El presidente de los comerciantes de electrodomésticos, Gustavo Peñalba, afirma que su sector no recibe todos los frigoríficos o lavadoras que piden por esa misma razón. Algunas marcas les emplazan a mediados de marzo para normalizar pedidos. Es un problema global: SEAT tramita un ERTE por esa misma causa.