El Consell instará al Govern balear a que haga una prueba PCR a los pacientes de Covid-19 de la isla antes de darles el alta médica. El pleno aprobó esta propuesta de la consellera tránsfuga Marta Díaz con el apoyo del PP y Ciudadanos y el voto en contra de los dos grupos de la oposición, PSOE y Unidas Podemos. Díaz justificó su propuesta en «la alarma social» que cree el hecho de que las personas afectadas por coronavirus reciben el alta médica tras 10 días de aislamiento sin que se verifique si siguen contagiadas. Esto provoca que estas personas se sientan «agobiadas» por el temor a contagiar a otras personas de su entorno social y laboral.

Marta Díaz indicó que esta situación se la habían transmitido algunos conocidos y explicó que a éstos se les obligó a firmar un protocolo que luego «no se cumple». Se refirió a que este documento especifica que durante el periodo de cuarentena habrá un seguimiento que incluye la recogida de muestras, pero en realidad no se hace. «No es usted la única a la que le ha llegado esta situación», aseguró el vicepresidente segundo, Javier Torres, de Ciudadanos, que agregó: «Espero que sean casos puntuales. Los sistemas sanitarios están sometidos a una presión brutal y los recursos son limitados y, aunque se refuercen, no se puede llega a todo. Pero no es aceptable que esta segunda prueba no se haga».

El conseller de Unidas Podemos, Joaquín Saucedo, destacó que el criterio sanitario es «claro» y que «en los casos de contagiados leves que no requieran ingreso hospitalario no es necesaria una PCR para levantar el aislamiento, según el centro europeo de prevención epidemiológico».

«Entendemos que la gente esté preocupada, pero no vamos a discutir nosotros, que no tenemos formación para ello, criterios sanitarios».

El PSOE se limitó a decir que votaría en contra de la propuesta de su excompañera de filas sin exponer ningún argumento, mientras que la consellera de Servicios Sociales, Carolina Escandell, del PP, dijo que aunque los protocolos marquen cómo hay que actuar estos «no son una foto fija» y, al igual que la pandemia «evoluciona, también debe hacerlo todo el mundo». «La tranquilidad de la gente es importante y la capacidad médica de ahora no es la de hace tres meses. Es necesario porque ya no hablamos de desescalada sino de subida exponencial que los ciudadanos no entienden», destacó Escandell.

Críticas al plan de transportes

El pleno aprobó de forma definitiva el plan de transportes por carreteras, con el voto en contra del PSOE y la abstención de Unidas Podemos. El conseller del PSOE Víctor Torres criticó que «no es mejor» que el plan del anterior equipo de gobierno y echó en cara al conseller de Transportes, Javier Torres, que su modificación fue «una decisión política sin apoyo técnico para retrasar y empeorar el de 2018». Sin embargo, el conseller de Transportes dijo que, objetivamente, sólo por el hecho de que el nuevo tiene 57 líneas, 10 más que el anterior y más frecuencias, «ya es mejor que el anterior». También dijo que la decisión de separar el transporte escolar del convencional cuenta con el apoyo del sector. «Los conductores tienen que presentar un certificado de que no tienen antecedentes de delitos sexuales y querían que cualquier persona pudiera utilizar el mismo servicio. Es una barbaridad».

El PSOE recriminó al conseller de Ciudadanos que en el pasado mandato el PP criticó que el anterior plan de transportes era «inviable» porque suponía «un agujero económico para el Consell de 2,5 millones», cuando el de ahora asciende a cuatro. Javier Torres recordó que el anterior suponía el mismo déficit que el de ahora, pero que al juntar el transporte escolar con el ordinario el Govern balear iba a aportar dos millones.

El equipo de gobierno rechazó una moción de Unidas Podemos para la recuperación de las líneas y frecuencias de bus previo a la pandemia.

Javier Torres justificó que las concesiones están «prorrogadas» y que, así, «el Consell no puede hacer lo que le dé la gana». Destacó que a partir de mañana la actividad del servicio de bus alcanzará el 93% del que se prestaba en invierno antes de la crisis sanitaria.