La empresa YSM Marinas y Puertos de España, que desde el mes de abril de 2016 gestiona a través de la marca Sovren Marina el puerto deportivo situado entre el Martillo y el antiguo Muro del puerto de Ibiza en la conocida zona de los Andenes, acumula ya una deuda de 5.533.498 euros, aunque a esta cifra habría que sumar «el resto que aún no se ha facturado», según confirmaron desde la Autoridad Portuaria de Balears (APB), sin añadir más detalles. Este organismo público gestiona los puertos de interés general de Balears, entre ellos los de Vila y la Savina (Formentera).

Sovren Marina ganó el concurso tras presentar un proyecto de inversión de 5.325.057 euros, que tampoco ha ejecutado, y comprometerse a abonar un canon anual de 1.933.677 euros. El periodo de gestión de este suelo público de la dársena de Llevant es de siete años, por lo que restan todavía dos temporadas para que venza.

No obstante, y debido a los continuos impagos de la empresa concesionaria, la APB decidió hace tiempo iniciar un expediente de caducidad de este contrato. De hecho, este documento llegó a Madrid antes de que se decretara el estado de alarma para contener la expansión del virus Covid-19, apuntaron desde la APB. Para lograr el objetivo de retirar la explotación de estos doce amarres para embarcaciones de grandes esloras se requiere un dictamen del Consejo de Estado, que posteriormente debe elevarse al consejo de administración del organismo portuario balear.

Este procedimiento se ha paralizado, según la APB, debido al periodo de confinamiento y paralización de la actividad económica y de la Administración. Y desde hace un tiempo, en Palma «no tienen noticias» de su evolución, indicaron las mismas fuentes.

La deuda que acumula Sovren Marina equivale casi a tres anualidades del canon que deben abonar a la APB por gestionar este espacio público.

Desde la APB explicaron que, a pesar de los reiterados impagos, «la intención es dejar que el expediente avance y no interrumpir el servicio que se da a los usuarios» de esta marina, que desde que se levantó el estado de alarma y se activó el turismo, ha consistido en el amarre de apenas tres grandes embarcaciones de recreo (dos de ellas se pueden apreciar en la imagen que ilustra la información, tomada ayer).

Una deuda que viene de lejos

En abril de 2018, Diario de Ibiza ya publicó que la empresa debía alrededor de dos millones de euros a la APB. Entonces, la empresa intentó negociar con el organismo portuario una modificación de las condiciones del contrato, que en lenguaje común, utilizado por la propia APB, se traduce por «aligerar» la carga económica a la que tenía que hacer frente. Y que ahora, dos años después, se ha más que duplicado.

Este diario intentó ayer sin éxito recabar la opinión de algún responsable de Sovren Marina. Desde las oficinas de la empresa enviaron un mensaje a través de Whatsapp indicando que enviarían un comunicado a lo largo de la tarde, y así ocurrió. Pero su contenido es escueto: «El actual concesionario de la marina de la dársena del Levante se encuentra en disputas con la APB y es su opinión que cualquier tipo de comentario sobre las reclamaciones o procedimientos actuales, tanto propios como realizados por la APB, no serían útiles ni correctos».