La conselleria de Patrimonio del Consell de Ibiza, dirigida por Sara Ramón, tramita la solicitud de declarar bien de interés cultural inmaterial (BICI) la supuesta «tradición ancestral de captura de cabras salvajes [sic] del islote de es Vedrà», presentada el pasado 23 de enero por «el conjunto de propietarios de los islotes de es Vedrà y es Vedranell junto a la Associació de Vesins sa Raval y la Associació de Propietaris de Finques Rústiques de Sant Josep».

La petición del BICI, calificada por técnicos del Govern como «ridícula y técnica y legalmente insostenible», choca frontalmente con la legislación que ampara la protección del islote de es Vedrà, concretamente con el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) de las Reservas Naturales de esos islotes, que marca los mínimos de protección de ese espacio y que se publicó en el BOIB el 26 de febrero de 2002.

Por ejemplo, pretender mantener allí cabras vivas atenta contra el capítulo III del PORN, referente a la flora, vegetación natural y aprovechamientos. En su artículo 34 especifica que «se prohíbe la introducción y mantenimiento en los islotes de cabras, conejos y otras especies que comprometan la conservación de las comunidades vegetales». Entre los vegetales que hay que proteger se encuentran endemismos que sólo crecen en ese islote, en ninguna otra parte del mundo, y que la dieta de los rumiantes pone en serio peligro de desaparición, como es el caso de la Santolina vedranensis.

Ni caza ni ganadería

Ni caza ni ganadería

Además, en el artículo 37 del capítulo V (sobre fauna terrestre y marina) del Plan de Ordenación de los Recursos Naturales también impide expresamente «la introducción, adaptación y multiplicación de especies de fauna alóctona, que suponen un peligro para la conservación de los valores naturales y de la riqueza genética de la zona». También está tajantemente prohibida «la actividad cinegética en los islotes», es decir, la caza ( ni de cabras ni de nada), «salvo que sea para controlar o eliminar especies introducidas», como esos rumiantes, tal como se hizo hace cuatro años para acabar con esa amenaza para los endemismos vegetales.

Hay un tercer capítulo, el VI, que incide en la actividad agrícola y ganadera y que redunda en lo dicho, por si no había quedado claro anteriormente. Su artículo 38 advierte de que «en conformidad con lo que prevé el artículo 14 del PORN, en los islotes no puede practicarse ninguna actividad agrícola ni ganadera». Es decir, no se puede mantener allí ninguna cabaña caprina, como pretenden los vedraners. Precisamente, en el artículo 14 (del Capítulo II) al que se refiere el artículo 38, se detalla que el islote de es Vedrà está catalogado como un área de protección estricta: «La función fundamental de estas áreas -se subraya en ese artículo- es conservar de una manera íntegra los valores naturales excepcionales que tienen, potenciarlos cuando sea necesario y posible, y fomentar el estudio con el objetivo de garantizar la preservación».

Especies protegidas por una directiva europea

Técnicos de la conselleria balear de Medio Ambiente consultados por este periódico recuerdan, además, que existen numerosas normativas que protegen la vegetación endémica de es Vedrà. Hay especies de ese islote protegidas en la Directiva Hábitats de la Unión Europea; otras están catalogadas por la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN) y otras aparecen en catálogos baleares y estatales. Y algunas aparecen protegidas en todas esas categorías. No es una vegetación cualquiera: está amparada en todos los ámbitos, tanto el europeo, como el nacional, el balear y el mundial.

El director general de Espacios Naturales del Govern, Llorenç Mas, ya ha recibido la carta enviada el pasado 31 de enero por Sara Ramón en la que anuncia que abre un expediente para tramitar la petición como BIC inmaterial, si bien no ha adjuntado la justificación de los vedraners. La conselleria balear de Medio Ambiente expondrá su parecer cuando llegue el momento de presentar las alegaciones, si bien ya advirtió en noviembre de que tomaría una solución «técnica» para eliminar las cabras de es Vedrà si antes del 15 de febrero no se presentaba un plan técnico viable para su extracción.