Manuel M.G., el hombre que el pasado 25 de junio atracó con una pistola, en la calle Extremadura de Vila, a tres trabajadoras de Gas Repsol Butano que acudían al banco a ingresar 25.000 euros confesó los hechos ayer ante la magistrada Martina Rodríguez, titular del Juzgado de lo Penal numero 2 de Ibiza, y aceptó una condena de dos años y un mes de prisión. En un principio, el Ministerio Público reclamaba una pena de tres años y medio por la comisión de un delito de robo con violencia en grado de tentativa, pero la fiscal del caso y la abogada del acusado alcanzaron un pacto de conformidad mediante el cual Manuel M.G. fue condenado a 25 meses de prisión.

A la hora del alcanzar este pacto, la Fiscalía tuvo en cuenta el atenuante de ludopatía. Las partes se comprometieron a no recurrir la sentencia y la jueza dictó sentencia 'in voce'.

En el escrito de acusación del Ministerio Público se recuerda que el 25 de junio, sobre las diez y media de la mañana, el condenado se dirigió a una de las tres empleadas de Gas Repsol Butano empuñando una pistola marca Baretta modelo 85 del calibre ocho milímetros y la empujó al mismo tiempo que le quitó una mochila con el dinero. Ella comenzó a perseguirle, pero el acusado la apuntó con el arma y ella, en consecuencia, optó por dejarle marchar.

Hubo varias personas que vieron el robo y comenzaron a seguir al atracador. Una de estas personas salió corriendo detrás de Manuel M.G., y le alcanzó en el Parque de la Paz. Entonces, el atracador lo encañonó y, según explica la acusación pública, le amenazó con el arma: «Vete hacia atrás que te pego un tiro». El hombre obedeció, pero decidió seguirle a cierta distancia.

Cámaras de seguridad graban al detenido por un atraco en Ibiza

Cámaras de seguridad graban al detenido por un atraco en Ibiza

Imagen captada del atracador por una cámara de seguridad de un comercio. .

Después, otro hombre se acercó al ladrón, que seguía intentando escapar. «Apartaos que os vuelo la cabeza», dijo el hombre armado a la vez que apuntaba al hombre, según se detalla en el relato del escrito de la acusación pública. El atracador siguió con la huida y ya a la altura de la calle Murcia, un agente de la Guardia Civil que estaba fuera de servicio se abalanzó sobre él y lo retuvo hasta que llegaron los agentes de la Policía Nacional, que lo arrestaron, lo llevaron a comisaría y recuperaron los 25.000 euros. Como además de detener al hombre los agentes recuperaron el dinero robado, la acusación de la Fiscalía es por un delito de robo con violencia en grado de tentativa.

En un primer momento, el agente de la Guardia Civil fuera de servicio se cruzó de frente con el atracador, que llevaba la pistola en la mano. Le dejó pasar, pero después se le echó encima, de forma que pudo inmovilizarlo. Ya en el suelo, y aunque el guardia civil intentó protegerlo, varias personas se acercaron al atracador y le golpearon, incluso uno de ellos le dio una patada en la cabeza.

Para el juicio de ayer se citaron a diez testigos, entre los que se encuentran las tres víctimas del atraco, dos de los hombres que persiguieron al asaltante, tres agentes de la Policía Nacional, dos de la Policía Local de Ibiza y el guardia civil fuera de servicio que logró reducir al acusado. Finalmente, como las partes alcanzaron un acuerdo de conformidad, no fue necesario tomarles testimonio.

Momento en el que el atracador fue reducido.

De nuevo el mismo agente

De nuevo el mismo agente

El guardia civil que logró reducir al atracador es el mismo que, el pasado 2 de agosto, también dejó fuera de juego a un hombre armado con un cuchillo, y también lo hizo cuando se encontraba fuera de servicio. El hombre del cuchillo estaba intentando autolesionarse y, presuntamente, había prendido fuego en la vivienda en la que se encontraba, un piso del número 21 de la avenida Isidor Macabich, en Vila. Aquella vez, el hombre, de nacionalidad filipina, amenazó con el cuchillo al guardia civil y a un grupo de agentes de la Policía Local, uno de los cuales resultó herido leve.