«Para nosotros esto ha sido un sueño». Así presentó ayer la presidenta de la asociación Nunca Solos Ibiza, Rosario de las Heras, esta nueva iniciativa que tiene como objetivo hacer desaparecer la sensación de aburrimiento y soledad que sufren algunos de los pacientes de larga hospitalización en Can Misses y que ya funciona desde hace algunos meses.

La consellera de Salud y Comercio, Patricia Gómez acompañó a De las Heras en la presentación, que tuvo lugar en el centro hospitalario, junto con la directora gerente del Área de Salud de Ibiza y Formentera, Carmen Santos, y la directora de Enfermería, Noelia Azqueta. La asociación la componen «más de una veintena» de voluntarios, entre ellos las enfermeras Raquel Ramis, Reyes Brieva, Eva Moreno, Eva Lara, Isabel de Blas, el celador Sergio Aroca y Gabriel de las Heras, el único no sanitario y que se encargará de las labores administrativas y de contabilidad.

Compañía y entretenimiento

Compañía y entretenimiento

Este grupo de voluntarios se reúne con los pacientes del Hospital Can Misses en una de sus salas que ha habilitado el Área de Salud y organizan actividades como juegos de mesa, manualidades o ver una película, entre otras. Pero una de las labores «más importantes» de los voluntarios es saber escuchar y empatizar con los enfermos. «La mayoría de los hospitalizados que se sienten solos son personas mayores que sólo necesitan que se les escuche», explicó De las Heras, también enfermera del área. Para ello, los voluntarios recibieron una formación específica el pasado 1 de julio.

Las actividades permiten a los pacientes olvidarse de su sufrimiento durante unas horas. «Recuerdo que una vez, una señora que había pasado la tarde con nosotros, volvió a la habitación y se le olvidó la silla de ruedas. Estaba tan feliz que se había olvidado de su dolor», rememoró De las Heras.

Uno de los próximos objetivos que tiene en mente la asociación es la de conseguir un «carrito de libros» para repartir por las habitaciones durante su jornada, «una forma diferente de entretenerse».

Por las mañanas, enfermeras y auxiliares pasan por las habitaciones para poner la medicación a los enfermos y, en el caso de que sea necesario, asearlos. Por ello, los voluntarios se reúnen con los ingresados por la tarde, entre las 5 y las 8 de la tarde, «una pausa entre la siesta y la hora de dormir» para que estén entretenidos. «La mayoría de pacientes duermen durante todo el día porque están con la medicación o porque no tienen otra cosa que hacer y, después, por la noche no tienen sueño y se sienten solos. Eso es lo que queremos evitar», comentó la enfermera. Desde que su creación, Nunca Solos Ibiza ya ha atendido a más de 20 pacientes y los voluntarios han recibido una formación apoyados por la Asociación Apaac. También la Fundación Abel Matutes ha ofrecido su colaboración.

Nunca Solos Ibiza tuvo origen hace un año, en una de las guardias de Rosario de las Heras en la planta de Medicina Interna G, en la que más que una vigilancia fue una noche de reflexión. «Hace un año, cuando estábamos de guardia empezamos a comentar mis compañeras y yo la soledad de algunos pacientes, y decidimos hacer algo al respecto. Ahora no puedo creer que lo estemos logrando», explicó la presidenta de la asociación entre lágrimas al finalizar la presentación. No fue la única que se emocionó ayer en Can Misses, varios voluntarios y asistentes se despidieron de los periodistas con lágrimas en los ojos.