El Consell de Ibiza ha optado por arreglar por su cuenta el hundimiento de un tramo de la acera de la travesía de Jesús sin esperar a que lo haga la constructora (Vías y Construcciones), a pesar de que la obra está en periodo de garantía. Una brigada de Xarxa Viaria, dependiente de la institución insular, ha sustituido las baldosas deterioradas para evitar un riesgo para los viandantes y que la reparación, que debería haber acometido la empresa adjudicataria de la obras, se retrase. El conseller insular de Infraestructuras, Mariano Juan, explicó ayer que, en todo caso, el Consell pasará la factura a la constructora.

La institución ha presentado «una reclamación» a la constructora para que «arregle todos los desperfectos» que han surgido en el pavimento de la calzada, aunque, según el conseller, se esperará a que se abra al tráfico la nueva variante de Jesús, previsto inicialmente entre octubre y noviembre (ver página 3), para evitar molestias a los usuarios. Desde que se terminaron las obras (junio de 2016) de este vial (la primera fase, en la que han surgido los defectos) se han tenido que llevar cabo hasta tres actuaciones para reparar diversos hundimientos de la calzada.

«No hay grandes hundimientos, pero han surgido blandones inaceptables», indicó Juan, quien recordó que el Ayuntamiento de Santa Eulària construyó un vial similar en Puig d'en Valls en el que no ha habido defectos de construcción. «Estas cosas no tendrían que pasar», subrayó.Responsabilidades

Responsabilidades

«Todos sabemos lo que ha pasado. Hay un informe del Consell que indica que se usaron materiales que no correspondían y se deberán dilucidar responsabilidades. Lo que está claro es que la constructora deberá pagar todos los arreglos», destacó, al tiempo que no descartó la posibilidad de que al final los tenga que acometer el propio Consell a cuenta de la empresa adjudicataria de las obras.

Por su parte, la constructora reclama al Consell el pago de 155.000 euros por el sobrecoste que le produjo el retraso en la ejecución de la primera fase de la travesía, primero por la excavación de los restos arqueológicos de una villa del siglo II antes de Cristo y, después, por los cambios aprobados en el proyecto para conservar el yacimiento y para atender las solicitudes de vecinos para conectar sus viviendas a la red de saneamiento. La institución aún no ha resuelto la demanda de Vías y Construcciones.

La primera fase de la obra (el 80% del proyecto) se construyó en siete meses cuando el plazo inicial de ejecución era de 45 días. Este proyecto salió a licitación con un presupuesto de 2,2 millones de euros. El anterior gobierno del PP adjudicó las obras en diciembre de 2014 a Vías y Construcciones por 1,4 millones de euros, lo que suponía una rebaja de casi la mitad del presupuesto de licitación.