«Fue un golpe enorme, fue un impacto inesperado o fuera de su campo de visión». La forense que realizó la autopsia al joven ibicenco Santiago Garrido fue muy clara ayer en la tercera sesión del juicio con jurado que se celebra en la Audiencia de Palma. «No fue un empujón que provoca una caída, fue un traumatismo que provoca una caída. La causa de la muerte es un traumatismo craneal provocado por un objeto romo, contundente, sin filos ni aristas, con una superficie lisa como un palo o una botella», detalló la facultativa. «El impacto es de izquierda a derecha y de atrás hacia delante», explicó la especialista ante el tribunal popular que desde el martes juzga a dos jóvenes por el crimen. Según su versión, la víctima primero recibió un fuerte golpe en la parte trasera izquierda de la cabeza. También sufrió luego otra lesión por contragolpe al caer a peso. La forense destacó que no apreció signos de defensa o forcejeo en el fallecido. «No intentó parar el impacto, fue inesperado o fuera de su campo de visión», concluyó.