El Juzgado de Instrucción número 3 de Ibiza, que investiga la muerte del joven Santiago Garrido, que fallecido con 23 años de edad tras recibir un botellazo en la cabeza el día de Navidad del año pasado, ha incoado el procedimiento a través de la Ley del Jurado, por lo que el caso lo juzgará un tribunal popular, informaron fuentes jurídicas. La acusación particular, ejercida por la familia de Garrido y representada por la abogada Ascensión Joaniquet, aún no ha decidido si formulará acusación contra los detenidos por la muerte del joven ibicenco por homicidio o por asesinato, y el Ministerio Público tampoco aún no ha presentado escrito de acusación. Lo que está claro que es que el caso se dirimirá por la Ley del Jurado y que, por tanto, se tendrá que celebrar en Mallorca, ya que en los juzgados no existe la infraestructura adecuada para llevar a cabo este tipo de juicios.

Los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional de la comisaría de Ibiza detuvieron a tres jóvenes que forman parte de una banda latina de la isla que se hacían llamar 'Los Guasones'. Se les acusa de participar en el crimen, consecuencia del robo con violencia de un teléfono móvil cuando el joven se atravesaba el paseo de ses Figueretes en dirección a su casa. En la actualidad, dos de los acusados se encuentran en prisión provisional a la espera de juicio.

El fallecido, nacido en Ibiza en 1994, llegó a su domicilio el día 25 de diciembre del año pasado con algunas heridas en la cara y en las manos. Cuando su familia fue a despertarle para la comida del día de Navidad, comprobaron que no tenía constantes vitales, por lo que llamaron a los servicios de emergencia, que activaron el protocolo previsto para estos casos con la intervención de la brigada de seguridad ciudadana, la policía judicial, la policía científica y la médico forense del juzgado de guardia.

Tras realizar las primeras comprobaciones, los forenses apreciaron la existencia de lesiones que no tenían apariencia de ser fortuitas, entre ellas un golpe en la cabeza que, según las investigaciones realizadas en el Instituto de Medicina Legal de Ibiza, se llevó a cabo con una botella.

Según la investigación, el joven ibicenco de 23 años se cruzó en ses Figueretes con cuatro de los miembros de 'Los Guasones', dos chicos colombianos y dos chicas -éstas menores de edad y de nacionalidad española-. Estos le habrían asaltado con la intención de robarle el teléfono móvil.

Finalmente, uno de ellos le habría dado un golpe a Garrido en la cabeza con una botella. El joven se fue a su casa y por la mañana ya había fallecido. En la autopsia los forenses encontraron signos de violencia que se consideraron compatibles con la causa del fallecimiento.

'Los Guasones', vigilados

A partir de ese momento los agentes de la UDEV iniciaron una investigación que pronto les condujo hasta los sospechosos, a los que sometieron a vigilancia. A través de una aplicación informática, siguieron el rastro del teléfono móvil robado a la víctima. La persona que llevaba el smartphone de Garrido lo apagó en la zona de Ca n'Escandell, nueve minutos después de la agresión, y no volvió a ser encendido hasta un mes y medio después. El teléfono se puso en marcha en la ciudad de Barcelona, por lo que los agentes de la UDEV pidieron al Grupo II de Crimen Organizado de la Brigada provincial de policía judicial de Barcelona que buscaran a la persona que lo tenía.

Una vez localizada , esta persona proporcionó a los investigadores datos que permitieron relacionar el teléfono con un residente en Ibiza que se dedica a las reparaciones de dispositivos móviles. Tras dar con esta persona en Vila, los investigadores situaron el origen del teléfono móvil en un grupo de jóvenes que se dedican a robos de todo tipo de dispositivos electrónicos, según la Policía Nacional. Gracias a esta información, los agentes pudieron comprobar que los datos aportados por la persona que envió el teléfono a Barcelona coincidían con los que se tenían de la organización juvenil que estaba vigilancia en la isla, por lo que detuvieron a tres de los componentes del grupo.

La Policía Nacional explicó que 'Los Guasones' están integrados en un grupo organizado cuyos miembros tienen «diferentes rangos jerárquicos con tareas bien definidas». Los agentes también descubrieron que para acceder a la banda -ya disuelta después de las detenciones por la muerte de Garrido- se exigía a los nuevos miembros pasar por diversos ritos de iniciación.

Tras declarar en comisaría, uno de los detenidos quedó en libertad provisional. Los otros dos, ambos jóvenes de nacionalidad colombiana y 21 años de edad, S.G. y C.G.P.H., fueron puestos a disposición del juzgado de guardia, que, en un principio, ordenó el ingreso provisional sin fianza únicamente del primero de ellos, a quien los investigadores consideran el autor material de la muerte, es decir, quien dio el botellazo en la cabeza a la víctima.

Indignada con la decisión judicial, la familia de Garrido recurrió la decisión ante la Audiencia Provincial, que falló a su favor y ordenó encarcelar de forma provisional y sin fianza a C.G.P.H.