Aída Alcaraz, responsable de Gobernación del Ayuntamiento de Sant Antoni, asegura que «se llevan a cabo operativos semanalmente contra la venta ambulante, varios a la semana y en distintas zonas del municipio». Pero advierte de que acabar con esa práctica, que este año se ha desbocado, es complicado: «Hay que entender que la venta ambulante no es un delito penal, es una infracción administrativa en la que se sanciona y requisa el material, pero no podemos adoptar más medidas».

A su juicio, «es evidente que no se puede erradicar cuando sólo se trata de una sanción administrativa».

Otra cosa es que esa venta ambulante vaya acompañada de otros ´negocios´: «A veces oculta menudeo [de drogas]. Ya nos hemos encontrado con situaciones así: este verano llevamos más de 40 detenidos por estas circunstancias, por venta del gas de la risa y temas de drogas. En esto se está siendo mucho más contundente y, de hecho, estamos consiguiendo la colaboración de los jueces. Los últimos detenidos han entrado en prisión provisional, lo cual respalda mucho el trabajo que realizan tanto la Guardia Civil como de la Policía Local».