La Fundación ONCE y la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (Adeac) han entregado este año al Ayuntamiento de Santa Eulària una distinción por su labor en la reducción de barreras arquitectónicas y la ampliación de los servicios adaptados para personas con discapacidad. Esta distinción se suma a las cuatro banderas azules que este año han recibido las playas del municipio, según destacó ayer el equipo de gobierno a través de una nota.

Así, además de las distinciones concretas para las playas de es Canar, Cala Llonga, Cala Llenya y es Figueral por sus servicios, el ente encargado de otorgar las banderas azules y la fundación de la Organización Nacional de Ciegos Españoles han reconocido este año «la especial sensibilidad» del municipio para evitar dificultades de acceso a las personas con alguna discapacidad. Por ello, han concedido una de sus distinciones temáticas de este año al Ayuntamiento en la categoría 'Playas inclusivas: sol y mar para todos'.

Santa Eulària fue uno de los primeros municipios de Balears que contó con una silla anfibia para el baño asistido para personas con movilidad reducida y también fue el primero en contar con una zona de baño plenamente adaptada, con rampas, servicios y vestuarios específicos, zona de sombra y otros elementos, además de los servicios de ayuda al baño y avisador de emergencia al socorrista, según destaca el Ayuntamiento.

El pasado año estas mismas adaptaciones se llevaron a cabo en la playa de Cala Llonga.

En su nota, el Consistorio destaca que las banderas azules premia «la calidad y la amplitud de los servicios que se ofrecen, el buen estado de conservación del agua y la zona de descanso, así como el cuidado del medio ambiente». «Estas certificaciones obligan a superar diversas auditorías y se hace un estricto seguimiento del cumplimiento de las medidas obligatorias, como la limpieza», añade el comunicado.