El Ayuntamiento de Ibiza ha vallado el pequeño muelle ubicado al inicio de Platja d'en Bossa por seguridad. A mediados de esta semana, los pescadores que, al atardecer, echan las cañas en la zona, se sorprendieron al ver, en el muro, tres vallas de plástico rojas unidas por una cinta.

«El departamento de Medio Ambiente ha informado a la Demarcación de Costas, que es el propietario del pequeño muelle, del estado en que se encuentra este punto», indicó ayer una portavoz del Ayuntamiento de Ibiza. El Consistorio ha solicitado a Costas que repare el muro «lo más rápido posible». Esta portavoz detalló que se decidió vallar el espacio más afectado por las grietas «para evitar que se acceda a esta parte».

Las vallas de plástico alertan de una grieta que se ha abierto en la superficie del muro y que lo recorre desde el extremo, adentrado en el mar, que sirve de embarcadero, hasta prácticamente la orilla de la playa. En algunos puntos, esta abertura tiene un palmo de anchura.

Éste no es el único problema del muelle, que ha vencido y se hunde en la arena por el centro, está desconchado y se ven los ladrillos del interior.

Tradicionalmente, este muro únicamente lo utilizaban los pescadores urbanos y los propietarios de algunas de las pequeñas embarcaciones de pesca que fondean en la cala adyacente. Sin embargo, desde hace unos veranos, por este muelle pasan cada día miles de turistas, ya que desde ahí embarcan en los party boats que luego se quedan frente a la costa de Platja d'en Bossa. También sirve como embarcadero de excursiones a ses Illetes así como de los barcos que unen, como si fueran un autobús, esa zona con ses Figueretes y el puerto de Ibiza. De hecho, justo antes de acceder al murete están los tenderetes en los que se informa sobre los servicios de estas embarcaciones y se venden los tiques.

Si Costas no repara el muelle pronto es posible que todos estos turistas no puedan seguir embarcando desde este punto este verano.