El astrofísico Stephen Hawking, fallecido a los 76 años de edad, estuvo en Ibiza. La imagen que acompaña estas líneas le muestra sonriente a la edad de ocho años junto a su amigo William Graves, de diez años e hijo del poeta Robert Graves. Es una escena del album familiar tomada en el puerto de la ciudad en 1950.

Al parecer, Hawking permaneció en la isla durante dos o tres días, procedente de Mallorca, a donde se desplazó junto con su madre y su amigo tras separarse sus progenitores. El hijo de Robert Graves ha bromeado en sus memorias sobre la aparición del pequeño Hawking para pasar las vacaciones con él: "Me fastidió el plan que tenía con mis amigos en Deià", el pueblo mallorquín donde estuvieron. Sin embargo, ambos se compenetraron rápidamente, pese a que era conocida la afición del futuro astrofísico por lanzar huevos podridos al grito de "¡bomba fétida!" en los momentos más inesperados.

De su estancia en Ibiza, a Hawking le llamó la atención una escena que presenció en algún lugar de la isla: "Stephen se quedó muy impresionado con un guardia civil que, con un cuchillo, le rompió la pelota a una niño", rememora en sus autobiografía Graves.