El juez José Castro es poco amigo de conceder entrevistas, pero con motivo de que la ciudad de Córdoba, el lugar donde nació, le acaba de nombrar hijo predilecto, ha roto esta costumbre. El magistrado, a punto de jubilarse, ha hablado frente a una cámara con la periodista Neus Albis, presentadora de ´Dues Voltes´ de IB3. El programa se emitió anoche en la televisión autonómica.

Queda ya lejos el día en que José Castro dejó su trabajo de funcionario de prisiones para convertirse en juez en el año 1976. Poco después llegó a Palma, donde hace casi 30 años que preside el juzgado de instrucción número 3. Por su despacho han pasado miles de casos, pero ninguno como el caso Nóos. El juez no se dejó arrastrar por ninguna presión externa y sentó en el banquillo a la infanta Cristina, no por ser quien era, sino porque estaba convencido de que había cometido un delito.

En la entrevista en IB3, Castro no elude ningún tema y habla con la claridad que le caracteriza y que forma parte de su personalidad. Y uno de los temas sobre los que se pronuncia, de forma inédita hasta ahora, es sobre la polémica de Cataluña y en concreto sobre el ingreso en prisión de los ´Jordis´.

Decisión poco oportuna

Decisión poco oportuna

Aunque cree que la decisión es legal, interpreta que es poco oportuna, como también lo fue enviar a las fuerzas de seguridad para requisar las urnas el día del referéndum: «Fue un acto de deslealtad hacia las fuerzas de seguridad, que lo pasaron muy mal, igual que los ciudadanos». Como juez le molesta que se incumpla la ley, como por ejemplo en el proceso del referéndum, pero en la entrevista también reflexiona sobre la necesidad de encontrar una fórmula para conseguir que unos ciudadanos, que no están cómodos en un determinado país, puedan estarlo. Por ello, aboga por una reforma de la Constitución, que aporte una solución a estos conflictos.

Castro reconoce que es mucho más complicado resolver el problema de Cataluña que pronunciarse sobre el futuro judicial de una persona que pertenece a la Casa Real. Y señala que, al margen de la repercusión mediática que tuvo el caso Nóos, no recuerda que «el pueblo se manifestara a favor o en contra de la infanta Cristina», más allá de un centenar de personas que se concentraron en Palma.

La periodista incide sobre todo en el caso Nóos para descubrir los sentimientos que tuvo Castro ante tan trascendente asunto.

Actuó «exactamente igual»

Actuó «exactamente igual»

Sin embargo, le quita hierro al caso y deja claro que actuó «exactamente igual» como lo ha hecho en toda su carrera y que ha tratado «de la misma manera» a la Infanta que al resto de investigados. Sin embargo, reconoce que la sentencia definitiva del caso Nóos no resulta de su agrado, porque no se condena a todos los que él creía que habían cometido un delito.

Mostrando su apoyo al tribunal que la dictó, Castro reconoce el intenso trabajo que se ha realizado para alcanzar el fallo, pero confiesa que el texto no le ha convencido. «No hay nada que me convenza para que me baje de mis planteamientos iniciales», asegura.

Tiene muy claro que su papel en este caso terminó cuando entregó el sumario para que los acusados fueran juzgados por un tribunal. «Lo que yo piense del caso Nóos da igual, no importa», recalca, aunque reconoce que no se atreve a hacer pronósticos sobre la decisión que adoptará el Supremo.