El presidente del PP de Ibiza, José Vicente Marí Bosó, confesó ayer por la mañana que su candidato a liderar el partido en Balears era Gabriel Company y por la tarde pudo confirmar que el exconseller también era el preferido por la mayoría de militantes, también en Ibiza. En esta isla se llevó el 80,82% de los votos, 472 de los 584 que emitieron los afiliados ibicencos.

Para Marí Bosó, el nuevo líder del PP balear es quien mejor puede «mantener la centralidad del partido en las islas», con la misión de «renovar los discursos y las políticas» para conseguir que se vuelva a acercar al partido «mucha gente que se había ido perdiendo en los últimos años». El presidente del PP ibicenco rehuyó las críticas al candidato perdedor, el expresidente José Ramón Bauzá, para insistir en que «había un problema con el centro político» y que el exconseller tiene mejor receta que su rival «para reencontrar confianzas y complicidades». «Es el trabajo que tenemos y Company y su equipo valen para esta labor», insistió.

Y en esa candidatura que aspira a coser las fisuras de un partido que busca salir de sus horas más bajas, Marí Bosó recordaba por la mañana que también hay tres ibicencas: la diputada Tania Marí, la consellera Pepa Costa y la concejala de Santa Eulària Antonia Picó. Formentera está representada por la consellera Ana Negre.

El presidente del PP de Ibiza cree que este equipo es «el que mejor entiende que la Comunitat es una realidad pluriinsular», sobre todo, que «las cosas de Ibiza se resuelven desde Ibiza». Company «sabe que ha de contar con la opinión» del partido ibicenco, insistió el ibicenco. «También que hay que trabajar, porque aquí no sobra nadie», recalcó.

Por lo demás, la votación del nuevo presidente del PP balear fue «muy tranquila», tanto en Ibiza como en Mallorca, según explicaba el conseller Vicent Roig, quien formó parte de la mesa del XV congreso regional y votó, con otros seis ibicenco en una mesa para «votantes desplazados».

El congreso «tranquilo»

Aunque sí hubo una anécdota en un pueblo de Mallorca donde dos militantes se encontraron con que no podían votar «porque por un número incorrecto en el DNI les habían dado de baja por defunción», explicó Roig. «Nos habría gustado una participación algo mayor», comentó sobre la alta abstención en Ibiza, aunque recordó que «aún fue mayor» en el congreso anterior, cuando sólo 250 votaron al único candidato -Bauzá-.

Ayudar al perdedor

Como miembro del comité organizador, Roig confesaba que desde el mismo sábado se hizo patente que «una de las candidaturas tenía menos apoyo» y eso se confirmó ayer con una votación «muy decantada desde el primer momento». Eso contribuyó a que el congreso se desarrollara en un ambiente «tranquilo», pero también a que en el comité se esforzara «en ayudar en lo que necesitara la candidatura que se palpaba que tenía menos apoyo». Roig destacó además que «la discreción» de cargos como el presidente ibicenco, quien hasta ayer no desveló sus preferencias, «ha contribuido a no crispar el ambiente».