Patricia Sornosa es una de las monologuistas más cañeras de la escena. Cómica, actriz, directora de teatro y dramaturga, combina sus actuaciones sola en el escenario con las representaciones teatrales, siempre mordaces y pegadas a la actualidad. Feminismo, machismo y sus vivencias son sus temas favoritos, siempre con el objetivo de hacer reír al auditorio.

- ¿Qué va a contar esta tarde en el Club Diario?

- Hablaré del machismo y del feminismo, de mi reciente ruptura, del tabaco, del alcohol, de lo que me ocurrió con los que vapean, de las cosas que me pasan todos los días.

- Dicen que usted es la monologuista más cañera. ¿Es así?

- ¡Qué va! No es para tanto, se trata de hacer reír. Lo que ocurre es que utilizo un lenguaje directo y tengo inclinación por los temas oscuros y sí que afronto los temas desde un lado más dramático.

- Y ¿qué son para usted los temas oscuros?

- El lado oscuro es hablar de temas comprometidos, de los asuntos que me molestan, de lo que me importa. Intento que las cosas dolorosas sean graciosas y produzcan risas.

- Su aspecto, antes con el pelo rapado y ahora con una pequeña cresta ¿es parte del espectáculo?

- En realidad tiene poco que ver, pero ha resultado más importante de lo que parecía. La gente le da más importancia que yo. Al salir al escenario creo unos segundos de desconcierto que tengo que aprovechar, así que sí que me viene bien este tipo de apariencia.

- El feminismo es uno de los temas preferidos en sus monólogos...

- Y en mi existencia. Es curioso, pero el otro día, tomando algo con unas amigas, reflexionaba en alto y comentaba que tengo una especie de sentimiento interno de ser menos válida que los hombres, porque a lo largo de la vida me lo han inculcado así. Es triste pensarlo, pero es así, muchas mujeres nos hemos sentido inferiores, quizá porque hemos tenido menos oportunidades. Lo positivo es darse cuenta, rebelarse y hacerse valer. Cuesta mucho quitarse el sentimiento de inferioridad.

- ¿Todavía hay que reivindicar que las mujeres no somos el sexo débil?

- Históricamente se ha creado una dinámica extraña, somos mayoría y, sin embargo, se nos trata como a una minoría. Algo parecido ocurre con los homosexuales. Los colectivos pueden ser débiles, pero no los individuos. También, las mujeres siempre hemos estado en desventaja porque el poder estaba y está en manos de los hombres.

- ¿Qué opina de las declaraciones del eurodiputado polaco que ha dicho que las mujeres deben ganar menos porque son más débiles y menos inteligentes?

- Es una muestra más de que muchos de quienes nos gobiernan son imbéciles. Votamos a gente despreciable y el problema es que este tipo de personas no son una excepción. Yo me pregunto ¿cómo de seguro se tiene que sentir este señor para decir este tipo de cosas? Me parece ruin y mezquino.

- ¿Qué le diría a gente que hace este tipo de declaraciones en contra de las mujeres?

- A ellos no les diría nada, sí a quienes les siguen y les apoyan. La gente que actúa de esa manera tiene que sentirse sola. No se puede permitir tener a alguien así en un Parlamento. No podemos mirar hacia otro lado, debemos tomarnos en serio a personajes como éste, como los homófobos o como los racistas.

- Me imagino que a veces sus mensajes no caerán bien en algunos auditorios

- Siempre tengo en mente que mi función es hacer reír, aunque sea complicado, y lo más difícil es que alguien se ría a su costa. A veces caigo mal, pero no pasa nada.

- Esta noche, cuando haya terminado su mónologo, ¿cómo le gustaría que lo recordaran?

- La prioridad es que los asistentes se rían y que salgan con la sensación, sobre todo las mujeres, de pensar: «pues no estoy sola. Lo que Patricia cuenta también lo he sentido yo».

- ¿Conocía Ibiza?

- Sí, he estado cuatro veces de turisteo, y una de trabajo en Formentera. Me encanta, lo malo es que tienes que venir con mucho dinero.