Lucía Jiménez (Lucy de nombre artístico) tiene 18 años y, desde hace unos meses, estudia Interpretación en Madrid. En la escuela Work in Progress de Darío Facal. Lucía es una de las actrices que dieron vida a los protagonistas de ´Si pudiera desaparecer´, la obra sobre los malos tratos con la que la compañía ibicenca Musicaldansa ganó en 2014 el premio Buero de teatro joven. Antes de ganar tenía claro que ser actriz era su futuro: «Independientemente de lo que hubiera pasado habría seguido adelante, pero un premio como ése te ayuda mucho a continuar».

Lucía ya era muy consciente de que el mundo de la interpretación es «muy difícil», no en vano lleva desde los once años subiéndose a los escenarios de la isla, y ahora está aprendiendo no sólo a actuar sino también a «moverse, a ir buscando» esas oportunidades que se esconden en cortos, largometrajes de bajo presupuesto o la publicidad. Se ha presentado ya a tres castings, uno de ellos para una película «importante». Abierta a todo, si puede elegir se queda con el teatro. Aún recuerda la experiencia de actuar en un teatro como el María Guerrero de Madrid, uno de los privilegios de ser la obra ganadora: «Fue brutal subir a ese escenario. No sé si volveré a estar en él porque es muy profesional, pero esa emoción que sentí... Estoy deseando volver».

Ésta no es la única intérprete de la obra que ha decidido dedicar su vida a la interpretación. Manuel Huedo y Natasha Prokhorova están en la misma escuela que Lucía, explica Nadia Banegas, profesora y directora de la compañía. A su espalda, en una estantería sobre la ventana, los once premios Buero autonómicos y, en el centro, el nacional. «Ganar un premio como éste les puede ayudar a tomar la decisión. Aunque lo tengan claro, les sirve de empujón», afirma Banegas.

Carreras teatrales

Huedo y Prokhorova recibieron menciones especiales como mejores actores, igual que anteriormente otros dos alumnos de la compañía ibicenca: Matías Melina y Ana Pomar. Matías se marchó a Londres a estudiar, pero tras la experiencia decidió aparcar su carrera teatral. Ana está en Barcelona, en una escuela específica sobre musicales. «Cantaba muy bien y optó por ese camino», añade la profesora, que sonríe cuando piensa en sus alumnos.

Banegas ya está preparando la obra que llevará en 2016 a este mismo concurso. «Este año no nos hemos presentado porque cuando ganas, al año siguiente no puedes participar», explica.

La temática de la obra serán las redes sociales, las nuevas tecnologías y el uso que los adolescentes hacen de ellas. La vertiente educativa es la más importante para Banegas. Mucho más que la artística. De hecho, los argumentos de las obras los van hilvanando entre todos, a base de reflexiones, debates y comentarios. Luego la directora le da forma, crea una historia y planifica cómo llevarla a escena.

Asegura que presentarse a estos premios -«sólo el hecho de participar»- ya hace que se planteen las obras de otra manera: «Hacemos musicales, pero aquí hace falta potenciar más la parte teatral, así que intentamos integrar las dos cosas». Y ganarlos hace que afronten los nuevos retos con más ilusión y ganas. «Motiva mucho. Sobre todo a los chicos, les abre muchas expectativas. Les hace plantearse el teatro, la interpretación como una opción de vida», insiste repasando mentalmente la larga lista de exalumnos que han seguido el camino de las tablas. Algunos de ellos, como Lucía, acaban de comenzar su formación. Otros, como Imma o Miriam, acumulan ya años de clases y enfilan una carrera como actrices. Y no sólo sobre los escenarios o frente a las cámaras, algunos de los pupilos de Banegas que han participado en alguna edición de los premios Buero de Teatro Joven han optado por quedarse entre bambalinas. Se están formando en la parte técnica.

«Los premios son como la zanahoria. La tienes delante y te obligan a hacerlo lo mejor posible. Si además ganas, mejor», comenta Banegas, que asegura que a pesar de los galardones que lleva acumulados la compañía no siente ningún tipo de presión: «Lo que me interesa es trabajar con los chicos las actitudes, no los premios».