La Policía Local de Ibiza recibió un aviso el domingo a las 15.30 horas porque un perro llevaba más de dos horas encerrado en un coche, a pleno sol, al final de la calle de Ramón Muntaner. Los dueños habían dejado al animal dentro de un turismo, de color negro, y habían cubierto las ventanas con toallas.

Una pareja de agentes intentó localizar a los propietarios pero, como no fue posible, trataron de forzar la puerta y finalmente decidieron romper con una herramienta el cristal del copiloto y sacar al perro, que sufría un golpe de calor.

Varias personas observaron la acción policial con expectación y sacaron fotos y vídeos. Dieron agua al animal, que estaba deshidratado, y después lo trasladaron a la clínica veterinaria San Jorge. Arancha Ortega, la encargada, explicó que el can, del que se desconoce el nombre porque no tenía chip, sufrió un golpe de calor, se restableció y ayer lo trasladaron al Centro de Recuperación de Animales de Sa Coma, a la espera de que lo reclamen los dueños.

La Policía Local ha formulado una denuncia contra los propietarios por dejarlo dentro del vehículo, que derivará probablemente en una multa económica.

«Si llega a estar más tiempo podría haber acabado mal», apuntó al respecto la responsable de la clínica de San Jordi. Ortega lanzó un aviso para concienciar a los propietarios de mascotas con el objetivo de que no los dejen en los coches con este calor y recordó que hace tres semanas murió un perro que dejaron dentro de otro coche en el aparcamiento del supermercado Mercadona de Can Burgos, mientras los dueños hacían la compra en el interior.