­El viejo proyecto emprendido en su día por el desaparecido Joan Marí Cardona y el también investigador Joan Planells, Murtera, para la elaboración de un trabajo sobre el origen y evolución de los apellidos ibicencos ha abandonado el estado de letargo en el que se ha hallado durante diez años, desde que falleció Marí Cardona. Gracias a la iniciativa de Joan Planells y el apoyo de algún otro historiador local, esta obra ha recuperado su ritmo de elaboración y ya está casi al cincuenta por ciento, según el propio Murtera.

El trabajo –que con toda seguridad será publicado en forma de libro– analizará el origen y distribución de los apellidos tradicionales de Ibiza, entendiendo por tales los implantados tras la conquista catalana de 1235. De cada uno se ofrecerán los primeros datos de que se dispongan y, además, se esbozarán los hechos más relevantes de aquellas estirpes mejor documentadas, que suelen ser las pertenecientes a personajes públicos: políticos, corsarios, religiosos y otros prohombres.

Joan Planells distingue en Ibiza dos tipos de apellidos: «Los clásicos de siempre, como Torres, Tur, Costa o Marí, muchos de ellos procedentes del siglo XIII y XIV» y, por otra parte, «los apellidos vileros, como Gotarredona, Fajarnés, Riquer...», que son más modernos.

Tur, Clapés, Bonet...

«Algunos apellidos están muy concentrados en grupos reducidos, como es el caso de Vich, del que hay muy pocos, sobre todo radicados en Santa Eulària», afirma Planells, que añade: «Pero luego hay otros apellidos como Tur, que se encuentran por todos los rincones de la isla; está todo lleno».

Precisamente, la forma en que se distribuyen los apellidos sobre la isla era la tarea que había iniciado Joan Marí Cardona antes de su fallecimiento. Mientras él se ocupaba de ese aspecto, Planells debía reconstruir las principales sagas de los apellidos más relevantes o de todos aquellos que fuera documentalmente posible. La parte que llegó a elaborar Marí Cardona será incluida en el trabajo.

Joan Planells explica que el apellido Clapés se localizaba básicamente en el municipio de Santa Eulària, mientras que Prats era casi exclusivo de Sant Antoni y Bonet, de Santa Agnès. Esta distribución «se mantuvo así hasta que llegaron los coches y las motos y la gente pudo desplazarse de un sitio a otro», afirma Murtera. «Antes iban en carro y era muy difícil que un Prats de Sant Antoni pudiera cortejar a una Clapés de Santa Eulària y casarse con ella. Normalmente, ese Prats se casaba con una vecina suya, también Prats, o bien Vingut, que es asimismo un apellido de Sant Antoni», explica.

«A pedradas»

Hay que tener en cuenta, además, que, aparte de los impedimentos físicos para desplazarse a través de la isla, existían también los condicionantes sociales: «Solo se podía cortejar en el pueblo correspondiente a cada uno; para ir a otro, si no se hacía acompañado por jóvenes del lugar que te introdujeran, lo más seguro es que le recibieran a pedradas». Y advierte: «Todo esto pasaba hace solo cincuenta años».

Joan Planells ya ha adelantado parte del contenido de este estudio a través de algunos números de la revista Ibiza del Institut d´Estudis Eivissencs. Es el caso de los apellidos Arabí, Tur o Balansat, este último de origen mozárabe, según el experto.

El autor incluye también en su trabajo árboles genealógicos que permitan seguir el rastro de algunas de las principales familias de cada apellido. «Son árboles que hago a mi manera, para hacerlos más comprensibles», señala Planells, quien asegura que su obra ya va «por la mitad», aproximadamente.

En todo caso, rechaza dar un plazo para su conclusión, pues no se ha fijado una fecha concreta. Asegura que lo hace ante todo «como entretenimiento» y admite que hay personas que le van «empujando» cada poco tiempo para que el ritmo de producción no decaiga.

Afirma que se trata de una tarea especialmente laboriosa que requiere la consulta de abundante documentación histórica y archivística.