Algo desangelada, con muchas sillas vacías ante el escenario del Recinto Ferial y con pocos clientes en la única barra, anoche arrancó la vigesimocuarta edición de la Feria Andaluza, que debido a los recortes este año se ha quedado solo en Fiesta. Crisis fue la palabra más repetida por que tomaron en algún momento la palabra. Empezando por la presidenta de la Casa Cultural Andaluza, Teresa Castro, que se disculpó por la ausencia de casetas y el escueto engalanado –por supuesto, sin las luces del real de otras ediciones–. «No están los tiempos para echar cohetes, esperemos que el año que viene sea como siempre», comentó.

La alcaldesa de Vila, Marienna Sánchez-Jáuregui, recordó que con las 24 ediciones que suma la ´fiesta´, se ha convertido en «emblemática» y pidió para el año que viene ayuda a la «iniciativa privada» para devolverle sus galas a la celebración. El presidente del Consell, Vicent Serra, recordó que en septiembre de 2012 se alcanzarán las 25 ediciones de la Feria y prometió esfuerzos para celebrarlo «por todo lo alto».

Tras ellos, actuaron hasta la madrugada la Colla de Sa Bodega, el bailarín ibicenco Antonio Pineda, Esencia Andaluza, el Coro Rociero de Sant Antoni, Sentimiento Rociero y la Orquesta Sinaí.