Situado frente al Mediterráneo, la historia culinaria de Chiringuito Blue se forja al arrullo de sus aguas, que se han convertido en puente de sabores que acerca Ibiza a hasta las ciudades del este bañadas por este mar. El galardonado Haim Cohen, uno de los chefs más respetados de la escena culinaria de Tel Aviv, creó el concepto de Chiringuito Blue hace casi dos años movido por la idea de fusionar dos culturas culinarias similares que tienen mucho que contarse. Con Tzvi Avisar, head chef actual de Chiringuito Blue, como mano derecha, el local ha visto cómo el concepto ha ido calando en la población ibicenca, en concreto entre los visitantes y residentes de Santa Eulalia, lugar donde se ubica el restaurante, hasta convertirse en un referente a la hora de elegir un lugar para disfrutar de una agradable comida o cena.

¿Cuál es su secreto? «Un producto 100% fresco, fácil de consumir, rico y elaborado con mimo», asegura el head chef Avisar. «Chiringuito Blue es un restaurante con toque del este del Mediterráneo», prosigue. «Una novedosa oferta gastronómica que, gracias a la cercanía de los productos que se utilizan en ambas cocinas y, por supuesto, a la elaboración de los platos exclusivamente con materia prima de alta gama, combinan a la perfección», asegura Avisar.

Unión de culturas

En Chiringuito Blue se preocupan por ser partícipe de la cultura gastronómica ibicenca, por eso, siempre que sea posible, preparan sus recetas con productos locales, como las verduras y frutas frescas que cultivan en su propio huerto cercano al restaurante, y que tienen un lugar en casi todos los platos. Además, los pescados que ofrecen en el menú varían en función de la temporada para ofrecer siempre los productos más frescos de la isla. «Durante la temporada de verano tenemos una carta en la que predominan los platos algo más ligeros. Tenemos una amplia carta de tapas y entrantes pensados específicamente para compartir y disfrutar en compañía, y otros platos más elaborados, como el pollo payés deshuesado, que terminamos de preparar en el horno de piedra y que se ha convertido en una de nuestras especialidades», informa Javier Sánchez, jefe de cocina.

De cara al invierno, la carta de Chiringuito Blue se prepara para dar un giro y entre sus platos ofrecer recetas más contundentes. Para hacer frente a las bajas temperaturas, desde este otoño la carta del restaurante ofrece una sabrosa carrillada de ternera y un elaborado guiso de pescado, entre otras muchas recetas. «En invierno los clientes que acuden al local suelen ser residentes, por eso queremos ofrecerles un menú con el que se sientan identificados», destaca Avisar. «La terraza de Chiringuito Blue es perfecta para contemplar las espectaculares vistas del mar en invierno, gracias a los toldos que protegen del frío y a que la equipamos con pequeñas chimeneas portátiles», prosigue. «De hecho, viene más gente a comer cuando hace mal tiempo. Es un lugar acogedor donde los clientes se sienten a gusto y donde sobran las formalidades», finaliza el head chef.

Con platos como el pan de pita, que sirve de aperitivo junto a una ligera salsa tahini y crudités, así como la shakshuka, un delicioso sofrito de tomate elaborado con huevo, o la araies, crujiente pan de pita con carne de cordero desmenuzada, aderezada con menta y cilantro, son muchos los clientes que no dudan en acudir al restaurante para saborear la innovadora propuesta y disfrutar de un rato agradable.

El local está pensado para toda la familia, y por eso cuenta con actividades infantiles todos los sábados, domingos y festivos a partir de 13 horas, agradables cenas a la luz de la luna, servicio de aparcacoches y respeto por la sostenibilidad de la isla en todos sus productos take away.

Chiringuito Blue cierra su segunda temporada de verano con un sabor de boca agradable, el mismo que sus comensales.