El interés por recuperar la productividad del campo de Formentera está dando resultados que se pueden demostrar con cifras. Actualmente alcanzan a 276 hectáreas de tierras de cultivo que hasta hace una década eran improductivas y en las que se incluyen las recientes incorporaciones de 24,5 hectáreas.
En 2010 el Consell de Formentera hizo una apuesta decidida para financiar la recuperación del sector primario. Logró entonces renovar una Cooperativa del Campo enquistada y con 52 asociados que tenía más dudas que certezas y puso en marcha el proyecto.
En 2017, la Cooperativa ya ocupaba su actual sede, en la nave de la zona industrial, financiada en gran parte con fondos europeos y por el Consell, que también aportó el terreno público donde se ubica. Entonces el proyecto tomaba cuerpo y ese año se registraron 220 asociados. Cuatro años después, con los actuales datos, el número de asociados es de 403, lo que representa el mayor colectivo ciudadano de la isla en torno a un mismo interés, el campo.
El gerente de la Cooperativa, Carles Marí, no esconde su satisfacción: «En el último trimestre de este año ha sido un goteo constante de nuevos socios».
Doce nuevas fincas
En concreto se han incorporado doce nuevas fincas al fondo de tierras de cultivo, mediante su cesión por parte de siete propietarios que han firmado los respectivos contratos de uso.
Estos campos yermos, hasta ahora improductivos, comenzarán una nueva vida a partir de la próxima campaña cuando, a final de este verano, se empiecen a arar.
A lo largo del primer trimestre de este año la inscripción de nuevos socios a la Cooperativa ha sido un goteo diario
Las nuevas fincas están repartidas por toda la isla, en concreto son 15 hectáreas en la zona de Sant Ferran, uno de estos terrenos es de 13 hectáreas. En la zona del Pilar de la Mola se han cedido 6 hectáreas y en Sant Francesc 3,5.
Durante esta campaña de siembra, que empezó en el mes de noviembre de 2020 y se prolongó hasta enero de este año, se han sembrado 130 hectáreas de cereales y forraje. D e los cuales 19,5 son de trigo de la variedad autóctona xeixa; 16 de trigo, 20 de cebada, 20 de avena, 46 de forraje y 8 de otras variedades.
Teniendo en cuenta la situación en la que estaban los campos de Formentera hace una década, si la comparamos con la actual y teniendo en cuenta la escasa lluvia y superficie cultivable de la isla, la recuperación de todos estos terrenos es un valor al que cuesta poner precio.
El gerente de la Cooperativa del Campo, Carles Marí, aprovecha para «agradecer a los propietarios que con la cesión de sus fincas hagan posible que este proyecto de recuperación del sector agrícola de Formentera sea una realidad».
Proyectos de futuro
Además del trabajo diario de compra y distribución de suministros de todo tipo para el campo, la Cooperativa está desarrollando un proyecto, a escala insular, para ser mínimamente autónoma no solo a la hora de la producción, sino también de la transformación de los productos locales.
Carles Marí explica que siguen avanzando en los proyectos de la instalación de un molino de harina para consumo humano, así como de una almazara trull que se instalarán en la zona de la nave, en el polígono industrial. El tercer proyecto es el montaje de un obrador para la comercialización de queso producido artesanalmente en Formentera.