Entrevista

El presidente y CEO de Toyota España, Miguel Carsi: “La entrada de vehículos chinos en Europa ha cambiado las reglas del juego”

“La producción, a través de un acuerdo con Stellantis de la Proace City en Vigo y de componentes en Barcelona y Málaga, abren una puerta a presentar proyecto al Perte”

Miguel Carsi, presidente y CEO de Toyota España.

Miguel Carsi, presidente y CEO de Toyota España. / CEDIDA

Adrián Amoedo

Toyota es uno de esos fabricantes del sector de la automoción que han dejado huella en Galicia. Para empezar, por una asociación histórica con PSA (ahora Stellantis) que se tradujo en una fábrica conjunta en República Checa (hoy 100% nipona) y en un acuerdo, más actual, para la fabricación de la furgoneta Proace City en Vigo. Por otro lado, porque en los años 80 responsables de Toyota visitaron la comarca con el fin de establecer aquí una planta de ensamblaje. Desde hace casi cinco años, su presidente y CEO en España es Miguel Carsi.

¿Cuál es el secreto para que Toyota sea la marca más vendida en el país?

Creemos en el trabajo en equipo y en la constancia, si además le añades el efecto multiplicador de una actitud positiva, los resultados pueden llegar a ser extraordinarios. Con un equipo formado por la red de concesionarios los empleados del Grupo Toyota en España (incluyendo a la financiera y la aseguradora, la empresa de renting Kinto y una gama de vehículos que responde a las necesidades de los clientes actuales), Toyota ha apostado desde hace más de 25 años por las tecnologías electrificadas de diferente tipología: híbridos eléctricos, híbridos enchufables, eléctricos de batería y pila de combustible de hidrógeno; los resultados están asegurados. La fórmula diría que es ofrecer al cliente lo que necesita en cada momento.

¿Se marcan una cuota de mercado a alcanzar este año?

Este año llevamos más de 45.000 coches vendidos hasta junio, y la previsión es llegar a las 90.000 unidades a final de año. Ese es nuestro objetivo y trabajamos en esa línea. La cuota responde más a lo que haga el mercado. Nuestra obsesión es intentar entregar todos los productos que el cliente demande que en un volumen concreto para marcar hitos. Con los problemas de suministro que han existido, somos conscientes que no hemos podido satisfacer las expectativas de nuestros clientes, es un punto que intentamos mejorar día a día.

¿Qué planes inmediatos tiene Toyota en el terreno de la electrificación?

Llevamos más de 21 millones de vehículos electrificados vendidos a nivel global en todo el mundo desde que se lanzó la primera generación del Prius en 1997 y nuestra apuesta sigue firme. La compañía tiene previsto lanzar 40 vehículos electrificados nuevos de aquí al 2025, ofreciendo la más amplia gama de motorizaciones electrificadas, entre las que se incluyen vehículos de híbridos eléctricos, híbridos enchufables, eléctricos de batería y eléctricos de pila de combustible.

Uno de los retos es reducir el precio para hacer asequibles los coches eléctricos para las clases medias, ¿cómo y cuándo se puede lograr?

Básicamente hay dos factores que permitirán la popularización de los coches eléctricos: uno pasa por los costes de las materias primas y otro por la tecnología empleada en las baterías de los coches. Se prevé que con la introducción de las baterías de estado sólido se produzca la gran revolución del coche eléctrico.

En una entrevista reciente afirmó que la marca nipona estaba pensando en presentarse al Perte VEC (Vehículo Eléctrico y Conectado), ¿lo hará finalmente?

El Perte VEC, a priori, no encajaba con la operativa de Toyota en España, más vinculada al ámbito comercial que al industrial. No obstante, la producción del vehículo comercial Proace City en Vigo a través de un acuerdo con Stellantis y de componentes en Barcelona (Denso) y Málaga (Fujitsu), abren una puerta a presentar un proyecto al Perte VEC. Los tiempos para presentarse son muy ajustados y para tomar una decisión sobre una inversión industrial tan importante se necesita tiempo. No obstante, desde nuestra central europea se están planteando varias opciones.

¿Cree que España está trabajando bien a través del Perte para ese necesario paso hacia la electrificación?

Es importante dar un paso hacia la electrificación, pero creemos que en una primera fase habría que revisar el parque de vehículos español, ya que es de los más antiguos de Europa. El cambio de esos vehículos hacia tecnologías más sostenibles contribuiría a conseguir una sociedad con menor emisiones de gases de efecto invernadero como el CO2 y reducir las emisiones de gases contaminantes como el NOx y las partículas.

La colaboración entre PSA (hoy Stellantis) y Toyota es histórica y fabrican la furgoneta en Balaídos. ¿Se ampliará esta cooperación?

La colaboración con Stellantis es fruto de un acuerdo internacional que nos permite ampliar nuestra oferta hacia una gama de vehículos industriales de la que no disponíamos. Los vehículos comerciales en España representar un 15% y por tanto es importante para nosotros disponer de esos vehículos para ampliar el negocio en España. Al ser un acuerdo internacional, nosotros no tomamos ese tipo de decisiones, pero por nuestra parte estaríamos encantados de ampliar la colaboración en nuestro país.

¿Cómo se ve desde Toyota el asalto del automóvil eléctrico chino al mercado europeo?

La entrada de vehículos chinos en Europa ha cambiado las reglas del juego. La Unión Europea ha mostrado recientemente su preocupación por las posibles ayudas que estén recibiendo algunas marcas del gobierno chino, y que está pensando en abrir una investigación para asegurar la libre competencia. La normativa comunitaria autoriza a la UE a tomar medidas para compensar los efectos perjudiciales de las subvenciones públicas chinas. En otras palabras, Bruselas podría decidir imponer impuestos más altos a los coches eléctricos chinos. Habrá que ir viendo cómo se desarrollan los acontecimientos y cómo va evolucionando el mercado.

¿Y cree que sería positivo la implantación de uno de estos fabricantes en España? BYD lo está sondeando.

En el pasado, fabricantes como la propia Toyota instalaron en Europa plantas de fabricación para atender a la demanda local. En nuestro caso un 75% de los vehículos que se venden en Europa, se producen aquí, dando empleo y cumpliendo las normas europeas. Bajo estos parámetros, creo que sería positivo la implantación de nuevas fábricas.

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