Reunión de la eurozona

El Eurogrupo impone una política fiscal más restrictiva en 2024

El objetivo es que los gobiernos reconstruyan sus colchones fiscales y apoyen la política monetaria del Banco Central Europeo para contener la elevada inflación

Nadia Calviño

Nadia Calviño

Silvia Martinez

Después de tres años de barra libre en el gasto público y una política expansionista, en respuesta a la pandemia de coronavirus y la guerra de Rusia en Ucrania, los países de la Eurozona se preparan ya para apretarse el cinturón. La orientación presupuestaria de la eurozona, según la declaración acordada este jueves por los ministros de economía y finanzas de la Eurozona, deberá ser en 2024 más “restrictiva” para que los gobiernos reconstruyan sus colchones fiscales y apoyen la política monetaria del Banco Central Europeo para contener la elevada inflación, que sigue siendo motivo de “preocupación” para el Eurogrupo.

“El Eurogrupo sigue preocupado por el impacto de la inflación en la economía de la zona del euro y sus consecuencias para nuestros ciudadanos y empresas”, advierte la declaración que aboga por abordar el impacto de la “inflación persistente” y los mayores costes de endeudamiento para reducir los ratios de déficit y deuda a lo largo del tiempo.

En vista de esto, "se justifica una estrategia de saneamiento presupuestario decidida, gradual y realista, que refuerce la sostenibilidad presupuestaria, reconstruya los colchones presupuestarios, genere un mayor crecimiento sostenible e impulse la resistencia de la zona del euro frente a los retos futuros, incluida la equidad intergeneracional”, puntualizan en línea con las recomendaciones lanzadas en mayo por el Ejecutivo comunitario que reclama también reformas estructurales y el aumento de inversiones por medio del plan de recuperación.

Eliminación gradual de ayudas

“Después de tres años de una política expansionista, recomendamos, como ya hicimos en nuestro paquete de mayo, una política fiscal más restrictiva basada en la eliminación gradual de las medidas de apoyo para los precios de la energía”, ha defendido el comisario de asuntos económicos Paolo Gentiloni. Bruselas insiste en que lo primero debe ser retirar los estímulos puestos en marcha para aliviar el impacto de la crisis energética en hogares y empresas. Un mensaje que ha calado entre los gobiernos de la zona euro. 

La declaración no incluye cifras concretas del ajuste estructural que será requerido pero fuentes diplomáticas acotan la horquilla entre un 0,5 y 0,8%, en línea con la propuesta de la Comisión. “En consonancia con anteriores declaraciones del eurogrupo, evitaremos medidas permanentes de aumento del déficit para facilitar una reducción duradera del déficit y de la deuda”, promete el eurogrupo que seguirá supervisando la evolución económica y fiscal con regularidad y hará los ajustes que “sean necesarios”.

Calviño: evitar bandazos

¿Qué supondrá la recomendación para el nuevo gobierno que salga de las urnas en España el 23J? “Es fundamental evitar dar bandazos, abrir incertidumbres o deteriorar la confianza de los mercados y de las instituciones financieras internacionales que tanto hemos trabajado durante estos cinco años”, ha advertido la vicepresidenta y ministra de economía, Nadia Calviño, que ha subrayado que la política fiscal “responsable” del Gobierno de Pedro Sánchez durante estos años ha permitido a España cumplir con objetivos de reducción de deficit y deuda y recibir el aval de las instituciones europeas a su senda de reducción.

“Es preciso seguir con una política fiscal responsable y evitar anuncios y orientaciones políticas que lo que hacen es generar un agujero en las cuentas públicas y hacen imposible que España cumpla con las reglas fiscales europeas, lo cual deterioriaría la confianza en nuestro país de los inversores internacionales y podría suponer un freno para la economía”, ha añadido Calviño, que este martes presidirá por primera vez la reunión del Consejo de ministros de Economía y Finanzas de la UE (Ecofin).

¿Reforma fiscal en otoño?

A España, como presidencia semestral de la UE, le corresponde desde este 1 de julio liderar el debate sobre las reforma de las reglas fiscales y su primer paso será proponer este viernes durante un desayuno de trabajo un documento con los “cuatro elementos” que a juicio de Calviño deberá pivotar la reforma fiscal. En primer lugar, el peso relativo y el margen que tendrán las instituciones, Comisión y Consejo, en la aplicacion de las reglas fiscales. En segundo, cuáles serían los parámetros básicos para garantizar sendas de reducción de deuda creíbles, que lleven a la sostenibilidad fiscal, pero al mismo tiempo compatibles con el mantenimiento del crecimiento económico y la creación de empleo. En tercer lugar, los mecanismos para garantizar el cumplimiento efectivo de las normas y, por último, cómo asegurarse de que el nuevo marco fiscal permite la financiación de las inversiones necesarias.

“Lo que hacemos es poner las bases de una negociación intensa que nos permita llegar a un acuerdo antes de finales de año”, ha explicado Calviño que confía en recibir luz verde a una línea de trabajo que desarrollarán durante el mes de agosto, “para tratar de avanzar” y sentar las bases para tratar de cerrar un acuerdo “a nivel político” este otoño con el objetivo de presentar una zona de aterrizaje en el mes de octubre. 

Según ha añadido el comisario Gentiloni, para lograr un equilibrio en la orientación fiscal de 2024 será clave lograr un acuerdo “lo antes posible” sobre las reglas fiscales. “Es esencial llegar a un acuerdo para finales de año para mantener el equlibrio que proponemos ahora para el presupuesto del próximo año”, ha dicho. El último debate celebrado a mediados de junio puso de manifiesto grandes discrepancias, particularmente entre las dos principales economía de la zona euro, Francia y Alemania, que terminaron chocando en la reunión por el automatismo en las reglas que exige Berlín.