Si los fabricantes se niegan a aplicar la subida que les ha solicitado la Dirección General de Aduanas dependiente del Ministerio de Presupuesto, el Departamento de Economía podría optar por aumentar los impuestos con los que grava el tabaco.

Teniendo en cuenta que el precio medio de un paquete de cigarrillos en Francia es de 5 euros, una subida de 50 céntimos podría suponer del orden de 500 millones de euros al presupuesto. El 80% del precio de los cigarrillos llega al Estado a través de derechos de consumo (64%) e impuestos (16%). El resto, un 12%, es para los fabricantes y un 8% a los puestos de venta.

Las grandes multinacionales del tabaco, como Philip Morris o British American Tobacco no son todas contrarias a la subida porque, a raíz de la prohibición total de fumar en los espacios públicos, las ventas han disminuído y creen que un incremento de 50 céntimos compensaría las pérdidas.

El Gobierno galo ya subió un 6% el precio de los cigarrillos en 2007 y un 10% el tabaco de liar en agosto de 2008. Los ingresos por los impuestos derivados de la venta de tabaco le supondrán al Estado 12.000 euros en 2008.