La tercera jornada de atletismo en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 comenzó con una mala sesión matinal para España, sobre todo por la eliminación de Óscar Husillos en la serie de 400 metros, mientras que Carolina Robles se clasificó a la final de 3.000 obstáculos con la decisión de los jueces por su caída en la serie.

Husillos, que se estrenaba en unos Juegos como campeón de Europa bajo techo, salió por la calle tres en busca de un billete a semifinales, pero fue perdiendo sensaciones. Su zancada era de todo menos armoniosa y el palentino, rígido e impotente, se dejó llevar en la última recta viendo esfumarse su debut olímpico.

El atleta español se quedó muy lejos de sus mejores marcas y cruzó la meta penúltimo de su serie con 48.05. Husillos puso la firma negativa de una mañana que no acompañó en resultados a los intereses españoles, aunque las opciones eran pocas y complicadas. La suerte eso sí cambió para Robles sobre la bocina.

El atleta Óscar Husillos. EFE

La andaluza se vio en el suelo, con una dura caída, tras saltar un obstáculo y tropezar con una rival, pero se levantó y logró terminar la carrera. Tras la prueba, con la jornada terminada, la reclamación española llegó a buen puerto ya que, según la norma 17.2.1, se decidió su clasificación al no poder avanzar por una caída dentro de su grupo. Robles estará así en la final del día 4.

Al final, el broche no fue tan amargo, aunque nada pudo evitar las despedidas de Laura Redondo, en martillo, y Fátima Diame, en longitud. Redondo tenía una brecha importante con sus rivales para pasar el corte, y no logró un latigazo de los suyos. La plusmarquista nacional firmó dos nulos y solo un lanzamiento válido de 62,42 metros, muy lejos de poder acceder a la final.

La catalana Laura Redondo. EP

Fátima Diame se quedó también lejos de estar entre las mejores. La valenciana, que había aprovechado la última bala para vivir en Tokio sus primeros Juegos, firmó un mejor salto de 6,32, en su tercer intento, que no fue suficiente para seguir en liza.